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Festival De Teatro Para Niños Y Jóvenes Cienfuegos 2019: La Fiesta Que Encanta

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Por Esther Suárez Durán

Con la presencia de 23  agrupaciones teatrales y 26 espectáculos procedentes de ocho regiones del país (Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Remedios, Villa Clara, Ciego de Ávila, Granma) tuvo lugar esta fiesta escénica en la antigua villa de Fernandina de Jagua, en el año del bicentenario de su fundación, hoy convertida en Cienfuegos, “una ciudad que encanta”.

Concurrieron todos los espectáculos inscritos y, en algunos casos, como los de Polichinela (Ciego de Ávila), Alánimo (Santa Clara), Grupo Guiñol Pequeño Príncipe (Bayamo), Teatro Paquelé (Sancti  Spíritus) y el Guiñol de Remedios, los conjuntos llevaron dos puestas en escena, parte de ellas destinada a la presentación en los municipios de la provincia sede, como Lajas, Rodas, Aguada, Cruces y Cumanayagua.

                Toqui, un personaje entrañable de la Televisión Cubana

La programación del evento fue intensa, por lo general con cuatro funciones diarias en la ciudad capital, a las cuales se sumaban las que se realizaban en los territorios cercanos. En el horario de la mañana se produjeron jornadas inolvidables, entre ellas la visita a la casa de la artista Ana María Salas, creadora del entrañable personaje de Toqui, y la presentación del documental Tía Tata una historia que TeVe, realizado por el director teatral y televisivo Julio Cordero en homenaje a la artista Celia Torriente, creadora y guionista de los espacios televisivos Tía Tata cuenta cuentos y Amigo y sus amiguitos, entre otros, y letrista de las reconocidas canciones para niños Barquito de papel, Son del cariño y tantas otras, muchas de las cuales fueron originalmente compuestas para el combo Los Yoyo, un conjunto musical de su invención formado por cuatro marionetas de hilos largos que se tornó tan famoso como la mayoría de los programas y series de su creación.

Lo más interesante es que tanto Ana María como Celia son oriundas de Cienfuegos y ambas, en etapas diferentes, pusieron bien en alto la producción televisiva dedicada a la infancia y a la primera adolescencia, motivo por el cual la comparación entre la producción de esas etapas y el período actual resultó un tema de continua presencia en nuestras conversaciones durante el Festival. El documental sobre Celia Torriente quedó en manos de nuestros colegas de Cienfuegos quienes adquirieron en estas jornadas el compromiso de cumplir la última voluntad de la artista: que sus restos descansen en el panteón de su abuela, la reconocida actriz Luisa Martínez Casado, en Cienfuegos, y realizar en la ciudad la premier que aún se le debe al documental realizado por el maestro Cordero.

De los espectáculos que pude disfrutar (diecisiete en total), en todos los casos existen valores encomiables y un nivel artístico que les coloca en una zona de real decoro. En mi opinión, doce de ellos clasifican como trabajos de excelencia y lo mejor de todo es su increíble diversidad: ninguno se parece al otro.  Entre las imágenes que aún relumbran en mis pupilas me permito destacar la belleza en la realización de retablo y figuras de Historia del rey que rema, obra del Maestro Roberto Espina que llevó a escena Pedro Antonio Venegas con el Teatro Paquelé, en una puesta de admirable precisión, tempo y limpieza y una dramaturgia espectacular exquisita; el magnífico desempeño de los intérpretes, quienes alternaban labores como actores con la animación de personajes, y la excelencia en la concepción escenográfica y espectacular de Federico y María, puesta de Christian Medina con el grupo Cañabrava, que dirige Ofelia Pacheco.

Otros logros a destacar son las búsquedas en el diseño (que ya distingue el trabajo del colectivo), la importancia del tema (el bullyng y el racismo), el concepto de puesta en escena y la soberbia actuación de Ay, Shakira, por Teatro sobre el camino; la audaz actualización de Los zapaticos de rosa que nos trajo Nelson Álvarez y Titirivida con Zapaticos para Rosa, actuada con igual finura y limpieza, excelencia en las voces, labor que incorporó junto a sus actores veteranos a dos magníficos jóvenes del lejano poblado de Minas, al tratar temas muy presentes en la Cuba de hoy y hacerlo con sinceridad y sabiduría.

                 Relato de un pueblo roto, Guiñol Pequeño Prínciñe. Foto Osvaldo Gutíerrez

En dirección paralela sobresale la belleza y la ternura presentes en Relato de un pueblo roto, espectáculo de absoluta actualidad en una Isla que se incorpora al mundo donde ambición desmedida y sentido de pertenencia resultan pares en pugna, que el Guiñol Pequeño Príncipe defendió con la valía de su trovador y de sus dos maravillosas actrices titiriteras junto al excelente diseño y realización de escenografía, muñecos y atrezo de Rafael Llorente, Alberto Herrera y Ana Julia Sánchez y el vestuario, y la carpintería de María del Carmen Peña y Nilyon Quintana, bajo la dirección de Yamisleidis Reyes Beltrán y Damián Hernández.

La originalidad con que Drippy nos trajo de regreso un clásico con Tres cerditos y el lobo, también es digna de destacar, en una labor que omite la palabra y usa como único recurso sonoro la banda que teje varios de los fragmentos más conocidos de la llamada música clásica, en tanto sus intérpretes se las arreglan para, trabajo corporal y humor mediantes, presentarnos una novedosa y simpática versión que muestra el dominio de los recursos expresivos con que cuenta el actor más allá del logos;  la emoción y la imantación que nos produce la historia de Rico, el adolescente sensible –en el cual no coinciden desarrollo físico e intelectual– que nos hace cómplices, a su manera, de las peripecias de Odiseo, en el cuidado unipersonal del actor Asdrúbal Ortiz, de Espacio Teatral Aldaba, que resultara el adiós artístico del director teatral Eddy Socorro y, por último, la audacia artística y cívica de La carpetica de Yarey, del Teatro Polichinela, con su envidiable trabajo de conjunto, junto al virtuosismo que consigue en su línea de actuación Rafael González Rodríguez con el texto del reconocido autor avileño Lázaro Rodríguez (el mismo de Los  hijos y Caliente, caliente que te quemas…), en puesta en escena de Yosvany Abril.

       La carpetica de Yarey, del Teatro Polichinela. Foto Archivo Cubaescena

Nuestro clásico para niños, por antonomasia, la historia de la Cuca Martina, no podía estar ausente a la cita. Vino en la versión especial de Teatro Papalote, de la mano del maestro René Fernández Santana en un acto, además, de fe y defensa del Teatro, cerrando casi el programa del Festival.

También en la saga se presentó la versión de esta obra que, desde hace más de siete años, mantiene el Teatro Polichinela, ahora con el título Cinco actores en busca de un cuento, con la cual nos divertimos a rabiar, a la par que admiramos la altísima calidad expresiva que ha logrado esta tropa de Yosvany Abril donde no se perciben distancias de calidad actoral entre los nuevos actores del conjunto y sus fundadores.

Un esfuerzo más que loable ha hecho Teatro Andante para volver a los escenarios tras la reestructuración de los recursos humanos del conjunto; fenómeno común para las compañías teatrales en los tiempos que corren dada la competencia que presentan al Teatro otros medios escénicos donde el salario y las condiciones de trabajo llevan ventaja. Con su más reciente estreno, El modelo, llegó Andante a la fiesta, esta vez como único exponente del teatro de calle, y disfrutamos del juego de sus cinco actrices con el público en una hermosa mañana en el envidiable Parque de Diversiones de la ciudad. Una pena que el espectáculo no haya viajado a los municipios de la provincia y tenido más presentaciones.

Entre los espectáculos que ya conocía figuran Chivo que rompe tambó… y Fiesta de marionetas, el primero, un unipersonal del actor titiritero Leonel Vázquez, que representó en la cita al colectivo Barco Antillano, agrupación liderada por el maestro Julio Cordero. Una vez más los retos que plantea la complejidad de la partitura de acciones que el titiritero ha propuesto en su montaje, los deliciosos mecanismos ideados para su realización y la extrema limpieza y seguridad de la animación provocaron  exclamaciones en la sala repleta de espectadores. Leonel, siempre sencillo, recibió los aplausos que su talento y dedicación le merecen.

Por su parte, Fiesta de marionetas me trajo la alegría esencial de poder ver de nuevo a la Compañía Hilos Mágicos con todo un elenco sobre el escenario, tras un duro período en el cual su nómina de intérpretes se redujo a apenas dos colegas. Hoy seis valiosos jóvenes acompañan a Carlos y cosechan aplausos porque el espectáculo, presentado el fin de semana, obligó a improvisar una exitosa doble función ante la presencia masiva y entusiasta del público.

   Fiesta de marionetas, Compañía Hilos Mágicos. Foto Archivo Cubaescena

Por su parte, el Conjunto Dramático de Cienfuegos se integró al encuentro y presentó su versión de dos relatos clásicos de Onelio Jorge Cardoso, Francisca y la muerte y Caballo, en un espectáculo para dos intérpretes que titularon Caminantes. Sus actores y todo el personal técnico y administrativo de la sala Aida Conde, al igual que los colegas de la sala Teatro A Cuestas se pusieron al servicio del Festival y, junto a los del Guiñol, consiguieron que cada función del apretado programa comenzara en tiempo y transcurriera sin tropiezo alguno.

Por descontado que varios espectáculos de los que aquí relaciono en apretada síntesis merecen una atención mayor, al igual que otros que no refiero en este momento. Doy palabra de volver sobre el asunto en un artículo próximo, también para esbozar, al menos, algunos temas generales que necesitan meditación, como puede ser la expresión de la violencia o la violencia misma como lenguaje y el tipo de atención que necesitamos por parte de nuestros infantes, por solo aludir a algunos.

La Asamblea General del Centro Cubano de la ASSITEJ coronó la fiesta teatral en la mañana del domingo 31 de marzo. Nos acompañó en ella la Vice Presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Lillitsy Hernández; el Especialista de la Dirección de Multiculturales del Ministerio de Cultura, Frank Téllez, y el Especialista en Teatro para Niños y Jóvenes del CNAE, Jesús Barreiro.

Se realizó el balance del cuatrienio 2015-2019 y se culminó el proceso de elecciones, que había comenzado un mes atrás desde la base, del nuevo Comité Ejecutivo para el cuatrienio 2019-2013. Es la primera vez que logramos que coincidan la asamblea y el Festival y es un excelente augurio para el período que ya ha comenzado.

El actual Comité Ejecutivo quedó compuesto por Irene Borges Lara, como Presidenta; Wilfredo Rodríguez, Nelson Álvarez, Luis Emilio Martínez, Adis Nuvia Martí Cid, Carlos González y Daimany Blanco Serra. En su primera reunión oficial les corresponderá distribuir responsabilidades y trazarse un proyecto de trabajo.

Para nuestros colegas de Cienfuegos y para sus autoridades toda nuestra gratitud y admiración. Organizaron y llevaron a cabo un evento complejo y magnífico donde primó la camaradería, la disciplina y el cariño por encima de todo y el compromiso de todos y cada uno con la calidad de nuestro arte y con nuestros espectadores: los más importantes entre todos los distintos segmentos de audiencia.

Algunas experiencias que pueden brindar ya a estas alturas de su trabajo colegas de otras regiones pueden enriquecer definitivamente el Festival y hacerlo un evento original e irrepetible, eso queda pendiente para la próxima cita, la del 2021, de nuevo en Cienfuegos, en ciudad y fiesta que enamoran, estimulan y encantan. Allí nos veremos.