Por Yuris Nórido / Foto Ernst Rudin
El catálogo de estrenos de Danza Contemporánea de Cuba (DCC) es impresionante. Han confluido allí los mejores coreógrafos cubanos y algunas de las principales figuras del arte coreográfico internacional.
«En mi dirección –puntualiza Miguel Iglesias, Premio Nacional de Danza (2018)– se han estrenado 159 obras, y en total han sido 318, más otras coreografías para momentos ocasionales suman 337. DCC asume el «aquí» y el «ahora» de Pina Bausch, por lo tanto ese volumen de estrenos crece constantemente. Por ejemplo, en el 30 aniversario estrenamos 17 obras en un mes. El «aquí» y el «ahora» hace que sigamos siendo cubanos, pero a la misma vez ciudadanos del mundo. El horizonte lo vemos desde Cuba, no hacia Cuba».
Una escuela y una compañía emblemáticas se sostiene en una vocación estilística y en una técnica consolidada. Como enfatiza Yoerlis Brunet, bailarín y maestro de DCC, «mantenemos el entrenamiento con danza moderna cubana con influencias de las distintas aristas contemporáneas. La técnica que creó Ramiro, Patterson, Isidro, Rivero, ese entrenamiento es lo que nos mantiene con esa sensualidad, dispuestos para asumir lo más contemporáneo, lo más revolucionario».
Jorge Brooks, representante de DCC, asevera: «somos un referente. Somos una compañía nacional. DCC tiene una responsabilidad histórica, un compromiso con la cultura cubana que es marcar una pauta, una vanguardia».
DCC no se regodea en su rica historia, es una compañía que apuesta por la permanente renovación, y eso significa no evadir los riesgos.
Fuente Noticiero Cultural / Televisión Cubana