La puesta en escena Ricardo III incluye la actuación de actrices de larga trayectoria como Verónica Lynn, junto a jóvenes intérpretes apenas conocidas. Las funciones se mantendrán hasta el próximo cinco de agosto
Por Daniel Triana Rubio
Esta semana, las puertas de la sala Tito Junco, del capitalino Centro Cultural Bertolt Brecht, se abrieron para el estreno de Richard III, puesta en escena de Jazz Martinez-Gamboa. El texto, original de William Shakespeare (The Life and Death of King Richard III, su título completo en inglés), fue escrito entre 1591 y 1592 y es la última de las obras que componen la tetralogía de dramas históricos del autor. Esta tragedia, una de las piezas shakesperianas más representadas en el mundo, ha sido llevada con éxito dos veces al cine e incontables ocasiones al teatro. Richard ha sido interpretado por actores de la talla de Laurence Olivier, Ian McKellen, Al Pacino, Kevin Spacey, Ralph Fiennes, entre otros. La historia, basada en hechos reales, relata la ascensión al trono y caída de Richard de Gloster: aristócrata deforme, jorobado y cojo.
Jazz Martinez-Gamboa es un novel director, nacido en La Habana en 1983. En 2012, viviendo en Londres comienza a dirigir teatro con su proyecto La Montaña, y en 2016 se gradúa de la Maestría en Dirección Escénica en LAMDA (The London Academy of Music and Dramatic Arts). En 2017 monta y estrena su primer espectáculo en Cuba: El Oeste Solitario, con positivo reconocimiento de público y crítica.
El elenco de esta nueva propuesta teatral está integrado por Maridelmis Marín, Yanelis Mora, Verónica Lynn, Andrea Doimeadiós, Lili Santiesteban, entre otras actrices, llegando a un total de 22 mujeres que interpretarán cada noche los personajes femeninos y masculinos.
En declaraciones, el propio Jazz ha dicho:
“Yo quería hacer La Gaviota, de Chejov, pero al seleccionar el elenco nos dimos cuenta de que no habían suficientes buenos actores hombres de mediana edad disponibles que quisieran hacer teatro, por otro lado, yo convivía con un grupo de talentosas mujeres que tenían muchas ganas de hacer y no tenían trabajo. A esto se unió que algunos de los últimos grandes proyectos (Inocencia, El Mayor, etc.) contaban con un reparto mayoritariamente masculino. Entonces busqué una obra que pudiera ser representada solo por mujeres, pensé en Shakespeare, por revocar el tema de que en la etapa isabelina las mujeres no podían subir a escena -si te pones a pensar, la primera Julieta, Ofelia, Lady Macbeth fueron interpretadas por hombres.
“En Londres vi varias versiones de Richard III, y me decía: yo quiero hacer esta obra y quiero humanizar a Richard, no me interesa el arquetipo del villano feo y cojo. Me interesa más crear contradicción y que el espectador pueda sentir empatía y aversión por este personaje. Tratamos de que el reparto fuera multirracial y multigeneracional, “Tenemos la suerte de trabajar con Verónica Lynn, muchachas graduadas del ISA, de la ENA, estudiantes de actuación, hasta niñas de 10 años. Estamos muy ansiosos de confrontar el trabajo con los espectadores de aquí, y quisiera a partir de ahora dirigir entre Londres y La Habana, para que La Montaña crezca, me interesa mucho el diálogo con los creadores y el público cubanos.”
El diseño de vestuario corre a cargo de Vladimir Cuenca y Samantha Chijona, el diseño sonoro será de Rebeca Alderete y el de escenografía lo firman Paula Fernández y el propio Jazz, con producción general de Mayvic Delgado y el auspicio de Teatro Aire Frío.
Las funciones de la puesta en escena, Richard III, se mantendrán hasta el próximo 5 de agosto, en el Centro Cultural Bertolt Brecht, de martes a domingo.
Tomado de Entretelones