En ocasión de la jornada por el Día del Teatro Cubano, el Noticiero Cultural de la Televisión centró los debates de su sección Contrapunteo en los retos de la crítica teatral. El periodista Daniel González Cabello propone una segunda parte del diálogo que propició con destacados críticos, esta vez el 21 de enero de 2020.
La labor de la crítica desempeña un rol fundamental en la calidad de la producción escénica de nuestro país. La crítica teatral debe comprenderse siempre como un acto para el mejoramiento de la puesta en escena.
La destacada crítica teatral Vivian Martínez Tabares, comenta: “Yo creo que la labor del crítico no siempre es bien entendida. Muchas veces es una labor poco agradecida. Hay artistas que son capaces de asimilar muy bien cualquier observación, por negativa que pueda ser, pero hay otros que no. Hay críticos que prefieren dedicarse a otros oficios, a ser cronistas o asesores grupos de teatro, o a proyectar de algún modo su saber teatrológico que no implique una confrontación con el otro, porque ejemplos hay muchos, y yo misma los he padecido, de reacciones adversas de personas que no están de acuerdo con una opinión que tú viertes. Para mí un principio es la fundamentación, siempre. No puedo evaluar arbitrariamente un espectáculo si no tengo una idea sustentada que defender y que argumentar”.
Por otra parte, el crítico Eberto García Abreu, señala: “La crítica teatral, en particular, tiene el reto que siempre ha tenido: generar alternativas de diálogo con los creadores. Creo que los diálogos críticos se han viciado, estancado, en un contexto donde el diálogo crítico en la sociedad cubana contemporánea ha estado afectado por muchos formalismos y ausencias de efectividad en ese diálogo. Debemos pensar que la crítica tiene que ampliar su pluralidad, no solo en las voces críticas, sino en las maneras de ejercer la crítica. Las alternativas para ejercer ese ejercicio del criterio, ese diálogo entre los creadores, los críticos, y los espectadores, tienen que ampliarse.
“La crítica tiene el reto –indica Vivian Martínez Tabares– de profundizar más en el análisis de las puestas en escena y de encontrar frente a cada propuesta el discurso idóneo. Porque para ejercer la crítica no hay una fórmula. El analista debe dialogar con el creador, o con el equipo de creadores, en una cuerda armónica, orgánica con lo que la puesta propone.”
Corresponde afianzarse en el rigor de una crítica que siempre será constructiva y esclarecedora, con el objetivo de consolidar jerarquías.
Vivian Martínez asevera: “La opinión valorativa, especializada, rigurosa, no debe imponer un gusto, aunque la crítica es una acción subjetiva, que ejerce un ser humano con su universo, cultura y referentes teatrales. Se debe valorar el espectáculo en su integralidad”.
Asimismo, Eberto García indica: “Otro reto importante, otro riesgo a asumir, es saber que el ejercicio del criterio es muy personal. Es decir: no es El Criterio, es una voz más que acompaña, participa, que está ahí como una referencia y puede ser considerada por los creadores. En los últimos tiempos esa voz crítica no es lo suficientemente considerada por los creadores. Una de las causas es que no siempre hay un intercambio real entre el proceso creativo y la devolución crítica. Creo que muchas veces los procesos creativos están muy cerrados. También hay mucho mito en todo esto”.
En portada: Hojas de papel volando, actriz Roxana Pineda de Villa Clara.
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