El Noticiero Cultural de la Televisión Cubana recogió opiniones del público en las redes sociales, durante la semana que se realizó el debate sobre el tema de la “Comercialización de los espectáculos danzarios en Cuba”. Reflejamos aquí las principales opiniones que fueron recogidas sobre este tópico.
Oniel Bravo: “Es un tema que tiene tema por donde cortar. No es tan grande la batalla cultural, como la gran muralla que hay que derribar para lograr la solución de esta problemática y es precisamente el sector turístico esa muralla. Cada vez que el visitante extranjero quiere conocer nuestra cultura es todo lo contrario lo que le ofertan, en nuestras instalaciones hoteleras o no. Es por eso que espectáculos culturales en estos hoteles ofrecen la Noche de Broadway o la Noche de Michael Jackson, que si bien se hacen con el talento cubano, no muestran nada de cubanía”.
Desde Santiago de Cuba, Yasmani Castro escribió:
“Uno de los grandes conflictos existentes en la política cultural actual es el divorcio entre la cultura y el turismo. Algunos espectáculos danzarios que se muestran para el turismo no tienen la calidad requerida debido a la poca visión y sensibilidad de algunos directivos del sector turístico. El espectáculo Frenesí de Tropicana Santiago, por ejemplo, cuando se estrenó el 25 de julio de 2015 era una muestra de buen gusto y derroche de talento por el elenco que lo integraba, pero con el paso de los años ha sufrido muchas mutilaciones, cuestión que demerita su calidad artística”.
También desde Santiago de Cuba escribió Vladimir Martínez Savón, quien envió un interesante artículo donde expresa:
“Los advenedizos directores artísticos que desconocen el proceso de la puesta en escena, sin poseer dominio de los recursos técnico-artísticos y sin una cultural general integral que valide la obra, es un hecho palpable pero estos no llegan solos. Aquí comienza a plantearse otro problema con la presencia en las agencias de representación artística de directores sin conocimiento del objeto social de las mismas, sin ápice de cultura, sin la sensibilidad necesaria para comprender un hecho artístico, sin la perfección de la economía de la cultura para emprender un proceso de producción de espectáculo acertado y sostenible”.
Por último, en su habitual columna del sitio digital CUBAHORA, el periodista Mauricio Escuela reflexiona: “En Cuba, para bien o para mal, hace tiempo que se vende música y danza en divisas y no siempre son los mejores ejemplares de esas manifestaciones. Los gustos se adaptan al consumo y ofrecen un sucedáneo de la identidad criolla. Abundan muchachas lindas con poca ropa y plumas en la cabeza, mozos que remedan fornidos esclavos y ritmos que se remontan al espectáculo cabaretero más simple. Resulta un país, en esos momentos, ‘pacotillero’, no el país que se hizo con dolores, no nuestras figuraciones primigenias”.
Noticiero Cultural Cuba (1053), Miércoles 31 de octubre de 2018
https://www.youtube.com/watch?v=uYDE7Gz4klo
