Por Charles Wrapner
Liborio, la jutía y el majá continuará en cartelera los viernes 4 y 11, sábados 5 y 12 y domingos 6 y 13, siempre a las 3:00 pm en el Teatro/Museo de Títeres El Arca, sita en Obrapía y Avenida del Puerto.
El pasado 7 de diciembre el grupo Teatro/Museo de Títeres El Arca estrenó una versión del cuento Liborio, la jutía y el majá. Relato original de Emilio Barcardí, en esta ocasión versionado y dirigido por Sara Miyares. Este grupo apuesta por revisitar el repertorio nacional para que vuelva a la escena con el mejor colorido de su folclore.
La historia original de Bacardí es una fábula moralista donde un “pillo” majá burla al guajiro Liborio. Mientras intentan demostrar si es verdad que un bien con un mal se paga, brega el guajiro por el campo, prisionero del majá. Finalmente encuentran una jutía que engaña al burlador y le salva la vida a Liborio.
Paralelo a este relato los cuatro actores discuten la fábula con el público haciendo énfasis en dialogar con los pequeños. Estas interrupciones oxigenan la puesta en escena y dan espacio para una virtud esencial de la obra: la música.
La selección musical es de Yailén Vidaux, quien acompaña cada función en vivo con su interpretación al piano. El tejido sonoro completa los espacios que sin el tino de Vidaux estarían mal terminados. Las voces de los actores que interpretan, también en vivo, todas las canciones de la obra son una cualidad que distingue el espectáculo.
El elenco comprende en su parte más joven al inexperto Iván Bormey, con un desempeño admirable en el papel de Liborio, y a la preciada Yanelys Portuondo en los roles de Mariquita y El Caballo. También en escena los ya conocidos Lázaro Boffil y Rigel González irradian esa apreciable dedicación al teatro para niños que los caracteriza. Los diseños y la realización de los títeres estuvieron a cargo de Christian Medina, quien volvió a cautivarnos con su sencillez de siempre.
La travesía de esta obra apenas comienza y esperamos que debido al intercambio que reclama del público crezca en cada función. Liborio, la jutía y el majá, es sin dudas y al decir de su promotor Guillermo Pérez: “homenaje y continuidad de aquella que por décadas formó parte del Teatro Nacional de Guiñol”.