La otra obra la tiene de protagonista e incursiona en la psicología mediante la danza, en el sentir del ser humano desde muy adentro y qué podría llevarlo a la desesperación, para ello se aproxima a un icono cultural, a uno de los símbolos del movimiento expresionista en las artes plásticas: El grito, del pintor noruego Edvard Munch.
Según precisó la artista a Prensa Latina, en las siete funciones previstas para realizarse del 26 al 30 de junio, ella bailará junto con su compañía la pieza Encierro, alusiva a la costumbre taurina tradicional en las fiestas de numerosos pueblos y algunas ciudades de España.
La creación coreográfica debate sobre la tauromaquia desde dos perspectivas: la del torero y la del toro, y el público del 28 Festival La Huella de España en Cuba aplaudió efusivamente la primera puesta en abril de este año.
Durante su sólida carrera, Rodríguez ha mantenido una conexión con la obra del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca que ahora prolonga con La pena negra, una pieza concebida por inspiración del romance homónimo de 1928.
Por petición de los propios organizadores del festival, completa el programa El mito, coreografía en la cual apela a un recurso teatral: un telón negro levantado apenas medio metro para que deje ver solo pies, tacones, y así jugar con el significado del título, relacionado también con el célebre mito de la caverna de Platón.
Luego de las funciones, la bailarina estrenará un documental de 12 minutos de duración denominado Solera, hecho bajo la dirección del fotógrafo italiano Alfredo Cannatello para inmortalizar lo que ha sido una de las mejores cartas de presentación de Irene Rodríguez en el mundo, de acuerdo con la crítica.
A la vez, dirigirá en el transcurso de dos semanas un programa de flamenco destinado a 25 de los mejores ejecutores de ese estilo en Norteamérica.
En esa responsabilidad, compartirá terreno con las maestras españolas Carmen Ledesma y Carmela Greco.
Por todo esto, Rodríguez asegura sentirse honrada, la invitación al Jacob’s Pillow Dance Festival es la segunda en su carrera, pues en 2017 su compañía convenció allí a más de un experto en danza y, para la nueva edición, la bailarina anuncia la preparación de una gran fiesta de la cultura ibérica.