Hemos perdido a Rosita,
sólo en esta dimensión,
nos queda en el corazón
y en la memoria bendita;
la caribeña Afrodita
que encendió muchas pasiones
ha conmovido a legiones
de personas en el mundo,
pero nos deja un profundo
conjunto de sensaciones.
Inolvidables canciones,
pasos de baile perfectos,
impresionantes efectos,
memorables actuaciones,
fílmicas apariciones,
apasionado sentido,
son mitos que hemos vivido
pero que son verdaderos,
son los valores cimeros
que ella nos ha compartido.
Cuba, como el principito,
a su rosa genuina
con ceremonia divina
resguarda el último grito;
con el semblante marchito
por el dolor que se siente,
su cariño fehaciente
le deposita a sus pies,
a la gran Rosa Fornés,
su estrella más reluciente.
Hoy su cuerpo sin aliento
llega a la tierra que amó,
y flotando en el plató
deja su alma en el viento,
con sumo agradecimiento
toda la nación cubana,
rendirá desde La Habana
un entrañable tributo,
demostrándole en el luto
su simpatía más cercana.
La Habana, 15 de junio de 2020
Foto Promoción CNAE
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