A propósito del Día Internacional de la Mujer y en homenaje a sus 50 años de vida artística, retomamos este texto que hace visible otra faceta de la coreógrafa Rosario Cárdenas, Permio Nacional de Danza 2013
Por Mercedes Borges Bartutis
El acto de la creación tiene infinidad de misterios, tantos que muchos artistas han dejado constancia de los caminos que han recorrido en su vida. Y lo han hecho de las formas más diversas: unos escriben sus memorias, otros prefieren expresar ese extra a través del propio arte. Sin embargo, hay artistas que guardan en lugares especiales esas vidas paralelas que a veces toma la creación.
Rosario Cárdenas, la misma mujer que ha tenido un profundo “acto íntimo” con la coreografía, posee un mundo espiritual aparte a esa vida en la que ha concebido obras de danza. A Cárdenas le gusta dibujar imágenes vinculadas con el movimiento, pero mezcladas con un mundo imaginario repleto de figuras de una rara belleza.
Hace mucho tiempo que Rosario dibuja solo por placer. Es una suerte de complemento en paralelo a esa otra vida creativa que ha tenido con la coreografía. Muchos de sus dibujos están colgados en las paredes de su casa, otros, los menos, han sido regalados a algunos amigos.
Pocas personas conocen esta faceta de la artista con amplia cultura, profundo intelecto, y de una peculiar manera de vivir, apegada a las cosas en las que cree, estudiosa y preocupada por conocer siempre más sobre el cuerpo humano y sus misterios.
Prácticamente obligada hablar sobre sus dibujos, Rosario confesó:
“Hay sensaciones dentro de mí que necesito plasmar en otro lenguaje. Coloco el lápiz y voy haciendo trazos, haciendo composiciones, es algo muy espontáneo. Hay una parte del trazo creativo que quizás no logro cubrirlo en la danza. Es una sensación que va por dentro, es algo puramente sensorial.
“Sin pretensiones de otra naturaleza, es una creación de desahogo, una necesidad de expresión dentro de otro lenguaje, pero son mis cuerpos plasmados ahí. Mi pasión por las artes visuales me conduce por otros lenguajes, con los que también me he podido expresar. Pero, insisto, es algo muy íntimo.”
Algunos de estos dibujos han ilustrados los programas de mano de la Compañía Rosario Cárdenas, formación que cumple 30 años de creada en 2019. La conocida obra Dador tuvo uno en su programa de mano, también Tributo a El Monte, y Antología danzaria, espectáculo este que en 2016 mostró un resumen de escenas emblemáticas dentro del extenso repertorio creado por Rosario.
Los dibujos están hechos sobre cartulina, casi siempre negra, con plumón blanco y por momentos con detalles dorados. Muchas imágenes de bailarines sin rostros pueblan estos dibujos, pero no los encuentras describiendo una secuencia de movimiento. Forman parte de exóticas escenas donde la figura humana se mezcla con caballitos de mar, palmas, flores, árboles extravagantes. Todo fundido en un collage arbitrario que seduce y produce extrañeza.
Lo cierto es que Rosario Cárdenas, cuando puede, pasa horas frente a una de sus mesas de trabajo, o en el balcón de su apartamento, con el mar habanero como respaldo, y dibuja muchas imágenes relacionadas con la danza, pero que pululan en otros mundos, esos que arrastra su imaginación más allá de los bordes de la danza, el movimiento y el escenario.
En portada: Dibujo de Rosario Cárdenas