TRINIDAD, Sancti Spíritus. – Cuando ya estaba herido de muerte y condenado por el tiempo y el abandono, el teatro La Caridad fue literalmente rematado por los fuertes vientos del huracán Dennis –julio de 2005– que le arrancaron de cuajo la cubierta y la lanzaron sin compasión sobre la vía pública.
La instalación, una obra imprescindible para la ciudad colonial del centro-sur de la Isla, que acogía lo mejor de las artes desde 1936, reabrió sus puertas este fin de semana, a propósito del aniversario 507 de Trinidad.
En la reapertura se ponderó, tanto el empeño por rescatar el edificio de estilo neocolonial, siempre bajo la tutela de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, como el esfuerzo por completar la tecnología, montar el equipamiento y realizar el diseño escenográfico, asumido por el Ministerio de Cultura, y valorado en más de 1,3 millones de pesos.
Precisamente en la velada, presidida por José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y las principales autoridades de la provincia espirituana, fueron reconocidas las entidades destacadas en la restauración del teatro, además de otorgarse el Premio Único de las Artes al creador Pedro Villafuerte Bernal, destacado profesor de la casa de cultura Julio Cueva, y la réplica de la torre de Manaca Iznaga a la dirección municipal de Salud, por su papel en el enfrentamiento a la COVID-19.
En este contexto fueron entregadas, también, la nueva sala de Medicina y el área de internado médico del hospital general Tomás Carrera Galiano, viviendas para trabajadores de la Unión Eléctrica, un círculo infantil recién remozado, un ocio club y un restaurante.
Tomado de Granma digital
