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Teatro de Luz prepara «Malditos» como ensayo sobre el karma

Leonardo Leyva desarrolla su tesis a lo largo del espectáculo concebido como teatro arena, casi sin texto hablado, y con cuadros dramáticos expresados a través del cuerpo del actor.
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Por Yanetsy León González

El grupo camagüeyano Teatro de Luz preestrenará el 17 de octubre la obra Malditos, del director artístico Leonardo Leyva a partir de un suceso real: la negativa del gobierno de Cuba a refugiar a los judíos a bordo del Saint Louis.

El barco zarpó de Hamburgo en mayo de 1939 con 937 personas, de ellos 254 terminaron exterminados en campos de concentración en Alemania. Aquella repulsa afectaría a Cuba de muchas maneras posibles.

Malditos es un ensayo sobre el karma. Cuando supe esa historia, sentí un dolor grande. Cuba pudo haberlos salvado pero les dio la espalda. Al respecto no se habla en clases de Historia. Al investigar descubrí que alguien dijo que Cuba iba a pagar cien años de sufrimiento”, contó a Cubaescena.

Leonardo Leyva desarrolla su tesis a lo largo del espectáculo concebido como teatro arena, casi sin texto hablado, y con cuadros dramáticos expresados a través del cuerpo del actor.

“Es muy sensorial. Bombardeo al espectador con imágenes, informaciones, arraigos de una realidad que no se puede escapar, y por ahí se está moviendo el espectáculo”, precisó.

También complementará el universo del espectador con una segunda dramaturgia construida a nivel audiovisual con el realizador Oscar Alejandro Viñas. Antes colaboró con él para El cuarto jinete de mi Apocalipsis (2021).

“Como sé que es complejo narrar esta historia sin palabra hablada, me apoyó en Oscar, un tipo de luces. Encontró videos del barco original, fotos y reconstruyó a nivel visual la historia”, añadió.

A través de Malditos, Leonardo Leyva aspira a reparar el error, porque Estados Unidos y Canadá pidieron perdón. Han erigido monumentos a la memoria de los viajeros.

“Como director creo que el teatro tiene una misión de rescatar una historia, de dialogar. La realidad en Cuba traspasa lo político, lo económico. Algo cósmico nos está diciendo: tienen que repensar en su existencia, en su historia, en algo más transpersonal que objetivo”, enfatizó.

En este teatro ritual, intimista, cercano, las 30 personas admitidas por función en la sala La Edad de Oro estarán bien pegadas a los actores para que sientan dolor, agonía, angustia como aquellas víctimas.

“Los actores no representarán personajes como tal. Son performers. Les doy a defender una responsabilidad social, artística e histórica. Obviamente, les di a inspirarse en figuras históricas como Eva Braun, la esposa de Adolf Hitler, y el cineasta Alejandro Jodorowsky, quien relaciona el sufrimiento humano con nuestra genealogía, con nuestro pasado, con nuestros actos”, agregó.

Para construir parte del universo espiritual se basó en la novela La niña alemana, del escritor Armando Lucas Correa, y al final hará un guiño a la película Lista de Schindler. Además formó el grupo Laboratorio Musical de Teatro de Luz, para la ejecución de cantos y música judía.

“Estoy contento porque es mi primera vez como director artístico en tantos años que hago un espectáculo responsabilizándome con mi país, con mi historia, con la humanidad. He empezado a madurar”, afirmó.

Con su obra anterior, El cuarto jinete de mi Apocalipsis, Leonardo Leyva inició una labor en Teatro de Luz de profundización en la investigación escénica con un training actoral distinto hacia un entrenamiento mayor, a la presencia escénica, a movilizar un crecimiento filosófico.

El cuarto jinete… fue un entrenamiento para entender los lenguajes que quería manejar, relacionados con lo antropológico, con el cuerpo, con la energía, con lo sensorial. Como no había un texto preestablecido tuvieron que convertirse en investigadores, indagar, leer novelas, ver videos, rastrear páginas de Internet. Hoy en día los actores se acercan más realmente al proyecto artístico que yo como director andaba buscando”, dijo.

Para el elenco de Malditos se han anunciado Evelyn Echazábal, Raúl Horta, Jany López Mirón y Wilfredo Michel. Todos, en su opinión, responsables, con la certeza de que también quieren decir la realidad planteada en el espectáculo.

Fotos Oscar Alejandro Viñas

 

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