Comienzan las honras fúnebres del pueblo de Cuba a Rosita Fornés, en el Teatro Martí de La Habana… Publicamos algunos de los comentarios más destacados que el pueblo cubano ha enviado a nuestro Portal #Cubaescena
Charles Wrapner
“El fuego no puede quemarte,
el agua no puede mojarte.
El viento no puede secarte,
las armas no pueden herirte.
Eres antigua, aun no has nacido,
y nunca morirás.”
¡Hasta siempre, Dolly!
Una crónica por y para Rosita de Cuba
Por Alexander Borrell Ortiz
En estos días de pandemia las informaciones van y vienen, hay que ser cautos para procesarlas, muchas de ellas nos impulsan a dar rienda suelta a escondidas y frustradas vocaciones profesionales. Recibí la noticia por Facebook, en el muro de una coterránea que había comentado en él sobre su mal estado de salud, y aferrado en no creer que fuera cierto, le pedí entonces que me precisara la fuente y es que tenía la esperanza de que se tratara de una Fake Ness, de esas que pululan en la actualidad. Finalmente llegó la desgarradora noticia, era cierto: Rosita había muerto.
Ella que nunca fue un misterio para cada cubano, lo fue por breves días. Los que nacimos y crecimos viéndola, disfrutándola en toda su plenitud artística y como ser humano, ya no la tendremos más físicamente, pero será imposible borrarla de los recuerdos de cada actuación en la pequeña pantalla, en el cine; de su voz en la radio, en una entrevista, en su mundo de mujer grande; de artista reconocida en el continente, multipremiada, multigalardonada con todas las distinciones imaginadas que un artista puede recibir. Pero su gran mérito puede encontrarse en esa frase que en ocasiones mal utilizamos al decir fue “querida por todos”, en su caso, sí es inequívocamente exacta la frase, no cabe otra, porque Rosita dejó una huella imborrable en cada generación de cubanos que tuvimos el placer de disfrutarla y ella siempre lo supo, porque a pesar de ser admirada, respetada y querida en otras latitudes, su pueblo fue siempre ingrediente vital para su realización plena.
Con sano orgullo conocimos los trinitarios que ella desbordaba placer al visitar ese terruño amado y geográficamente ubicado entre el monte y el mar, como lo describiera genialmente un poeta y músico amigo, a esta querida tierra que fue una y otra vez a honrar sus piedras y su gente con su arte inigualable. Con toda seguridad fueron estas suficientes razones que la animaron a pedir a familiares y autoridades, que la regresaran con los suyos, a su Cuba querida y nosotros henchidos de emoción, le daremos el último adiós a Rosita de Cuba. Finalmente se develó el ancestral secreto, había cumplido 97 años.
Te esperamos y todo tu pueblo te rendirá el homenaje que merece Rosita de Cuba. Te esperamos Rosita.
José González Rodríguez
Se nos ha marchado una Rosa, envuelta en penacho de plumas, guantes de seda y bataclana bordada en lentejuelas y canutillos. Rubia como el Sol, desbordante de alegría y despidiendo la fragancia que sólo su nombre le podía dar. Dueña de una escena diseñada para ella, la veíamos ofreciendo violetas, silbando como buen Pichi, danzando eterna en un vals de algún salón de Pontevedre o simplemente desgajándonos el alma con la risa de un loco de balada.
Enérgica en el escenario, voluptuosa y carismática nunca perdió el norte de la humildad, por eso su pasaporte entre nosotros era una amplia sonrisa y familiar saludo que nos hacía acercarnos con la creencia de estar unidos por el vínculo de sangre que da la tierra amada, la cultura defendida y los sueños empinados del mismo cordel.
Recuerdo lo que el poeta Guillén dijera a otro grande: Cuba te sabe de memoria. Vete a encontrarte con los que ya han partido y ensayen el show del ETERNO RECUERDO, porque por acá nunca para ustedes se bajará el telón.