El Ballet Nacional de Cuba ofrecerá funciones los próximos dos fines de semana, con un programa que combina piezas de su repertorio y nuevos títulos…
Por Yuris Nórido
Los que asistan a la temporada que el Ballet Nacional de Cuba inicia este viernes, 7 de febrero, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso tendrán la oportunidad de comprobar la versatilidad del coreógrafo invitado para la ocasión, el canadiense Peter Quanz.
Con la compañía que ahora dirige la primera bailarina Viengsay Valdés, Quanz montó hace años dos obras que ahora subirán al escenario en un programa dedicado a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, fallecida el pasado año.
Uno de ellos, Le Papillon, fue concebido especialmente como homenaje a Alicia. Se trata de una versión de la única coreografía de la célebre bailarina Marie Taglioni, uno de los grandes referentes del ballet romántico.
Pero Quanz se aleja del libreto original para recrear una historia inspiradora: la relación profesional de la propia Taglioni con Emma Livry, una bailarina más joven.
El coreógrafo quiso honrar así el inmenso magisterio de Alicia. “En su época, Taglioni inspiró a las nuevas generaciones de bailarines, de la misma forma que Alicia Alonso abrió su corazón a los artistas de Cuba y de todo el mundo”, afirmó en una oportunidad.
Para la pieza, Quanz ha asumido el estilo del ballet romántico (del que Alicia era uno de los principales referentes en el mundo), pero se muestra cómodo también con el más demandante neoclásico.
Es el caso de Double bounce, el pas de deux que asumirán Viengsay Valdés y Dani Hernández a unos años de su estreno en Cuba. El propio coreógrafo les tomó un ensayo en la sede de la compañía.
La vertiginosa sucesión de pasos y poses articula un discurso ciertamente humorístico, un delicioso y trepidante diálogo entre los dos bailarines.
Con esta temporada, que se extenderá por dos fines de semana, el Ballet Nacional de Cuba apuesta una vez más por la diversidad estilística.
Junto a las piezas de Quanz se presentarán importantes obras del repertorio activo de la compañía: Suite géneris, de Alberto Méndez; y Las intermitencias del corazón, pas de deux de Roland Petit, que alternará con Double bounce.
Y, en el cierre, una obra emblemática: Tema y variaciones, el ballet que George Balanchine creó para Alicia en 1947 y que sigue siendo presencia habitual en las carteleras de las grandes compañías del mundo.
Tomado del periódico Trabajadores