Hoy, 3 de agosto, Teatro Cimarrón celebra su aniversario 25. A propósito compartimos el «Manifiesto constitutivo De Teatro Cimarrón».
«En América ─expuso el haitiano René Depestre─, se inventa el cimarronaje cultural, con el objetivo de frustrar los mecanismos de asimilación global que ponen en práctica las potencias coloniales». Con este propósito, los artistas, técnicos y trabajadores que protagonizan el espectáculo Patakín de una Muñeca Negra fundan la compañía Teatro Cimarrón, bajo la égida del poeta, ensayista, dramaturgo y director artístico Alberto Curbelo.
Para erigir un teatro de resistencia que legitime nuestra identidad cultural, articularemos nuestros quehaceres a partir de diez mandamientos:
1. Plasmar en las puestas en escena la cosmogonía, mitos, mitologías, leyendas e historias de los pueblos originarios de Abya Yala, conscientes de que «La historia de América ─como advirtiera Martí─, de los Incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia».
2. Realizar montajes que legitimen tradiciones y manifestaciones culturales populares en la que el hombre de a pie, cualquiera que sea el color de su piel, se reconozca y se encumbre con los credos, cosmogonías, mitos y mitologías que se entrecruzan en el Gran Caribe Cultural.
3. Escenificar los referentes culturales del cubano, las raíces y heredades hispánicas y africanas, especialmente los ritos y ceremonias presentes en los cultos afrocubanos.
4. Generar espectáculos interdisciplinarios que entrevean los aportes de los cimarrones, mambises y próceres negros a nuestra identidad histórica y cultural.
5. Hallar y mostrar en la representación lo cotidiano, la subsistencia del hombre y la mujer «sin voz propia», su pensamiento y conflictos ─generalmente excluido de las grandes historias─ a partir de la anagnórisis de los solares y barrios, de los bateyes y comunidades campesinas en las que gestan la Historia.
6. Escenificar piezas, particularmente de la dramaturgia cubana, que afronten los recovecos y tramoyas de los prejuicios y la discriminación hacia cualquier ser humano a causa de su origen, color de piel, género o credo.
7. Priorizar la representación teatral en zonas de difícil acceso, en barriadas alejadas de los circuitos teatrales, en centros educativos, culturales y laborales; así como en escuelas especiales, hogares de la tercera edad, hospitales y centros penitenciarios.
8. Desarrollar talleres, cursos y clases magistrales que habiliten a los histriones para realizar un teatro total que integre al actor en vivo, al títere, la oralidad, el clown, la pantomima y la acrobacia, el canto popular y folklórico, la danza y la música tradicional.
9. Sustentar un Taller Permanente de Actuación con aficionados, a fin de elevar su nivel artístico y formar una cantera de actores que estén aptos para asumir, a partir de la gestualidad verbal y extraverbal del cubano, el teatro de calle, la oralidad, el canto, la danza y otras manifestaciones presentes en la cultura popular.
10. Convocar eventos, muestras y jornadas de teatro, de oralidad escénica, dramaturgia y otras disciplinas artísticas presentes en el hecho teatral, con el objetivo de propiciar un profundo intercambio con creadores del teatro popular y con los espectadores, según sus intereses etarios y culturales.
Tomado del perfil en Facbook de Alberto Curbelo