Por Gladys Alvarado
Como parte del amplio programa de la Feria Internacional del Libro de La Habana, los capitalinos asistieron, en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, a la presentación del libro El círculo mágico: orígenes del Circo en Cuba 1492-1850, de la autoría de Hilda Venero de la Paz. Conocida en la farándula por su nombre artístico, Niurka, la otrora equilibrista del dúo Los Adolais se lanza esta vez al vacío de la investigación de una manifestación artística cuyos orígenes en Cuba resultan prácticamente desconocidos. Escasos antecedentes investigativos, entre los que se encuentran los del fallecido Miguel Menéndez Mariño, quedaron sin publicar y por ende fuera del alcance de los interesados en el tema
El libro fue presentado por Carlos Padrón e ilustrado jocosamente por el payaso Colorín, un poco en serio, un poco en broma, los asistentes tuvimos las primicias del contenido de los desvelos de la autora durante tres años de búsquedas, que acopia material para otros dos volúmenes en preparación.
Ante nuestros ojos de ávido lector se va construyendo un devenir del arte circense y sus instalaciones en el país, muy emparentado con la ya conocida característica de la Llave del Golfo: todo lo que se proponía girar en el continente, probaba fortuna antes en la Isla y solo con la experiencia del público a su favor se embarcaban hacia la travesía americana.
Comprobamos así que fuimos pioneros en disfrutar de los gérmenes de las ya reconocidas modalidades del Circo, recibiendo a graciosos, volatineros y maromeros europeos, pantomimas ecuestres y otras atracciones; y que en nuestra patria el inglés Felipe Lailson construyó el Circo Ecuestre, de madera y de forma circular que se alzó en el Campo de Marte capitalino. Estas y otras tantas revelaciones se abrirán al lector que penetre de las manos curtidas por el oficio de cirquera de Niurka, la artista que se aventuró a lanzarse al vacío del círculo mágico del Circo y sus orígenes en Cuba.
