Por Roberto Pérez León / Fotos Buby
Y claro que no voy a hablar de Moda ni de Arte siquiera, sino del espectáculo que tuvo lugar el pasado fin de semana en el patio central del edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes. Para ser más preciso, me voy a referir a un fragmento del espectáculo global que fue la exhibición de diseños de ropa de varios creadores en el recién concluido evento de Arte y Moda 2018, en su 15 edición.
La Compañía Rosario Cárdenas hizo una breve y curiosa aparición en el desfile Arte y Moda 2018. La pasarela convencional del evento tuvo esta vez bailarines profesionales exhibiendo ropas diseñadas por el colectivo artístico Dador.
Existe el propósito creativo Dador que consiste en una intrépida integración entre el arte en todas sus manifestaciones, la moda y el diseño. Tres jóvenes capitanean la idea Dador: Lauren Fajardo, Ilse Antón y Raquel Janero. Y para la ocasión se ha sumado entonces la labor coreográfica de Rosario Cárdenas, lo cual denota la animosidad inventiva que mueve a Dador.
Sin dejar de mostrar las ropas, porque se trataba de eso, los bailarines y las bailarinas, desplegando un discurso corporal inusual sobre una pasarela, jugaron con grandes carretes que como objetos escénicos eran portadores de la dramaturgia del exhibir con la que Rosario Cárdenas se valió para trasladar los valores estéticos de la danza a una muestra de diseños de vestuarios sobre una pasarela absolutamente convencional.
Como fue así, esta vez Arte y Moda se salió de su cauce e incorporó las artes escénicas en su espacio escénico. Lo encorsetado que a veces resulta una performance de pasarela, se distendió por el despliegue de un lenguaje corporal que podrían empezar a tenerse en cuanta para que Arte y Moda entrelace más artes y no solo la pintura asuma la responsabilidad de lo artístico.
El cuerpo es el soporte de todo evento del mundo de la moda. ¿Por qué no hacer de ese cuerpo no solo un soporte sino un elemento con preponderancia significante dentro del discurso semiológico de la moda? La moda adorna al cuerpo pero el cuerpo puede conformarse como un espacio de producción de sentido para exhibir la moda. El cuerpo es portador de una carga de significados socio culturales que puede ser utilizada para la mostración de la moda como sistema propio de producción de sentido social.Lo lúdico como instrumento de enunciación escénica fue explayado en la concepción coreográfica que, en su brevedad, hizo que cuerpo/danza/moda fueran de una práctica significante muy atinada como desviación de la norma, en la dirección artística de episodios como Arte y Moda.