Entrevista con Vivian Martínez Tabares
Por Rasiel Sayú Font
Los números 182 y 183 de la revista Conjunto, de Casa de las Américas, fueron presentados en las jornadas del evento teórico que desarrolló el 17 Festival Nacional de Teatro, Camagüey 2018.
La presentación corrió a cargo de Vivian Martínez Tabares, directora de Conjunto y jefa del Departamento de Teatro de esa institución.
Su presencia en el 17 FNT la conduce necesariamente por una cronología de la escena dramática cubana y latinoamericana de la que es, en ambas, una de sus más activas curadoras.
¿Dentro de los eventos dedicados a la dramaturgia cubana donde se ubica el Festival Nacional de Teatro?
El teatro cubano tiene una serie de festivales: algunos internacionales, otros locales, otros dedicados a temas específicos, a tendencias o caminos de la creación particulares y creo que en ese contexto el Festival de Camagüey es el más importante o uno de los más importantes, porque tal y como yo lo veo, es el espacio de reunión, intercambio interno del teatro cubano donde no hay otro tipo de confrontación de cara al exterior, sino fundamentalmente de mirarnos por dentro, de los artistas unirse, juntarse, dialogar, verse unos a otros, detectar influencias, hallazgos, errores.
¿En la historia de nuestro teatro qué espacio ocupa el Festival de Camagüey?
Históricamente el Festival ha pasado por distintas etapas; se han reconfigurado sus propuestas. En una época muy lejana, recuerdo que se privilegió el teatro cubano entendido solo como dramaturgia cubana. Ya hoy el concepto de teatro se ha ampliado muchísimo. Creo que todo el mundo está de acuerdo en que el teatro que se hace aquí es cubano independientemente de donde proceda el texto, porque este no es sino solo una parte más de todo el discurso escénico.
¿Y en el contexto cubano actual, cómo se inserta este 17 Festival?
En las condiciones actuales de Cuba, en las condiciones económicas en particular, donde el país se plantea racionalizar o hacer más razonable muchas instancias en general de gestión, debe cuidar ser cada vez más selectivo porque, si en otros momentos el país se podía permitir una reunión muy amplia de diversas tendencias estéticas, donde todo el mundo se viera, se conociera, se actualizara, creo que el momento histórico que está atravesando Cuba, las vías de reorganización que está implementando el país, induce a que el Festival sea un festival más pequeño, con menos grupos, con más exigencia artística, con más posibilidades de que esos modelos, que ya el hecho de estar aquí es un premio, una distinción, creo que también para que esas obras y esos grupos que llegan aquí puedan tener una ocasión más frecuente de mostrarse ante el público para que mayor cantidad de espectadores pueda acudir a verlos.
Creo que hay que defender el Festival de Camagüey y creo que también hay que tratar de perfeccionarlo a tono con los tiempos.