Nota publicada por CiberCuba el 26 de octubre de 2018 sobre supuesto despido masivo de teatristas cubanos
Actores y directores de teatro cubano han denunciado a CiberCuba que se avecinan despidos masivos de artistas en la Isla tras la orden dada supuestamente por el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, para proceder a la desintegración de más de 70 proyectos teatrales de La Habana y alrededor de un centenar en todo el país.
En esencia, la medida busca desintegrar los grupos sin sala teatral propia, aunque hay agrupaciones que carecen de sede y no han sido incluidas en la lista negra, aseguran actores y directores afectados en un escrito enviado a este portal de noticias.
La regulación de empleo deberá entrar en vigor el 1ro de enero de 2019 y afecta a más de 1.000 actores, actrices, dramaturgos, asistentes y directores de teatro.
La orden supuestamente llegó a la Dirección del Centro de Teatro de La Habana con la intención de que no se filtrara a las agrupaciones afectadas hasta el 1ro de enero, cuando éstas tienen que renovar sus contratos anuales.
A la directiva de este centro le pareció «inmoral» e «injusto» callar y se adelantó a comunicarlo extraoficialmente a cada uno de los directores afectados.
«Sabemos que el teatro cubano es subsidiado por el Estado, en particular por el Ministerio de Cultura. Un país con serias limitaciones económicas no puede darse el lujo de tener plantillas infladas o trabajadores navegando en una botella. Cierto es que había agrupaciones teatrales acomodadas en el anquilosamiento sin apenas puestas en escena, pero la cifra de esas agrupaciones no se acerca ni por asomo a la fatal lista», apunta el comunicado.
En el gremio todo el mundo sabe quiénes viven del teatro en Cuba sin hacer teatro, añaden. Acto seguido, critican que el «flamante viceministro» proponga reubicar a los artistas despedidos en agencias de representación en lo que él llama una «bolsa» que no existe, porque si el artista no tiene trabajo queda excluido de ella. También porque para nadie es un secreto que esas agencias son «inoperantes en lo concerniente a representar o gestionar trabajo».
Además se preguntan qué agencia se ocupará de los directores. «¿Cómo una entidad estatal y cultural de un país socialista, edificado sobre los principios martianos, es capaz de tomar una decisión inhumana, cruel e irrevocable? ¿Dónde está la respuesta o contrapartida de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba ante esta decisión? ¿Dónde está la protesta de la sección sindical de las Artes Escénicas de la Central de Trabajadores de Cuba, cuyo papel es defender a sus trabajadores? ¿Dónde está la defensa del Comité del Partido Comunista de Cuba de las Artes Escénicas?»
Los afectados se preguntan también si el Partido, como fuerza superior dirigente del país y el Estado, no tiene nada que decir ante los despidos masivos. «¿Es que la decisión brotó y fue aprobada por dicha organización?»
Los actores, actrices y directores afectados por el despido masivo de Fernando Rojas se cuestionan, por último, qué deben esperar, de ahora en adelante «de la nueva élite de dirigentes del Estado cubano? ¿Despidos masivos? ¿Desapego a la ciudadanía? ¿Un nuevo parametraje sin freno como el de los 70? ¿Capitalismo del siglo XXI?»