Lunes 1ro. y martes 2 de noviembre cierran las presentaciones del ballet Giselle en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba. La última función la asumirá Viengsay Valdés de regreso al escenario, como un homenaje a su maestra Alicia Alonso
Por Mercedes Borges Bartutis
El 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana continúa con sus presentaciones, en una propuesta que ha intentado programar entre dos salas una agenda bien apretada. Ayer tuvo lugar la primera de cinco funciones de Giselle, clásico del romanticismo en el ballet, con la primera bailarina Anette Delgado y Ricardo Castellanos, primer bailarín del Ballet de Noruega, en los protagónicos. La presentación armonizó el aniversario 74 del Ballet Nacional de Cuba, tributo digno a la historia de una gran institución de la cultura cubana que comenzó llamándose Ballet Alicia Alonso en 1948, por ser Alicia la única figura con renombre internacional en ese momento.
Aunque Alberto Alonso había estado presentándose en Europa, realmente fue el debut en Giselle de Alicia en 1943 y sus sucesivos roles de rigor en el Ballet Theatre de Nueva York, lo que hizo que Cuba comenzara a mirarse como un punto de atención en materia de ballet clásico.
Y aquí estamos 74 años después, el ballet en esta isla se toma como algo muy serio, con un público formado que se renueva en generaciones que siguen la tradición de llenar los teatros.
Hoy, con la García Lorca cerrada, las salas Covarrubias y Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, han remplazado el protagonismo que tenía el hermoso coliseo de la Habana Vieja.
La convocatoria del Festival tuvo amplia respuesta y es bueno recordar que la mayoría de los artistas que llegaban a La Habana en otras ediciones, lo hacían respondiendo a la invitación de Alicia Alonso porque querían compartir con ella y su compañía. Hoy, esa realidad ha cambiado; sin embargo, varias primeras figuras también han correspondido a la invitación de la primera bailarina Viengsay Valdés.
Y si nos detenemos a observar la programación, muchos de los bailarines y bailarinas que están en el Festival, son contemporáneos con Viengsay, eso también dice del poder de convocatoria de la actual directora general del Ballet Nacional de Cuba.
Esta tarde del 29 de octubre, la sala Covarrubias comienza sus presentaciones en el Festival con un programa que incluye a Catherine Zuaznabar, Rolando Bolle y Acosta Danza, entre otras propuestas de primer nivel. El propio programa se repite mañana a las 5:00 pm y a las 8:30 pm estará el ballet Giselle en la sala Avellaneda con María Kochetkova, bailarina del American Ballet Theatre y el San Francisco Ballet, en el rol de la joven campesina; mientras que el Albrecht será asumido por Joaquín de Luz, director de la Compañía Nacional de Danza de España.
Mañana domingo 30, la Giselle será Yolanda Correa, esa gran bailarina cubana que ha hecho carrera en Europa en las últimas décadas y el Albrecht, Semyon Chudin, del Ballet Bolshoi de Moscú.
Lunes 1ro. y martes 2 de noviembre cierran las presentaciones de Giselle. La última función la asumirá Viengsay Valdés de regreso al escenario y como homenaje a su maestra Alicia Alonso, porque justo el martes 2 de noviembre, se cumplen 79 años del debut la prima ballerina assoluta en ese rol.
Los teatros Tomás Terry (Cienfuegos) y Sauto (Matanzas) ya se encuentran ofreciendo funciones con compañías cubanas de danza e invitados extranjeros, una extensión a otras ciudades del Festival que continúa haciendo historia en medio de circunstancias muy difíciles, pero conscientes de que el arte nos puede salvar de todas las formas posibles.
Foto de portada: Cuerpo de baile del Ballet Nacional de Cuba tomada de la página de Facebook de la compañía.
Programación del 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana: