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Clase Magistral De Humor A Primer Añejo

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Por Jorge Alberto Piñero (JAPE)

Quizás exagero, porque no tengo en cuenta mi inevitable simpatía con el humor de finales de los años ochenta y principio de los noventas, del pasado siglo. Aquel humor que venía del Conjunto Nacional de Espectáculos y varios grupos del llamado Movimiento de Jóvenes Humoristas, del que fui parte. Pues bien, a ese tipo de propuesta teatral, a ese tipo de humor, me supo la puesta del espectáculo Humor a primer añejo, protagonizados por Alejandro García Virulo y Rigoberto Ferrera.

Por supuesto que el orden de los factores no altera el producto. No me queda claro si Rigoberto invitó a Virulo o viceversa, lo cierto es que fue una verdadera clase magistral lo que lograron estos dos reconocidos artífices del humor cubano, en las tablas del teatro Mella (línea y B, Vedado) el pasado fin de semana.

Más de una hora de exquisitas y variadas rutinas, todas de una indiscutible elaboración. Es cierto que algunos temas ya eran conocidos, de la autoría de Alejandro García, cuando dirigía y trabajaba con el Conjunto Nacional de Espectáculos. Obras que siempre se agradecen y que en la versión Rigo-Virulo toman nueva connotación y un empaque diferente.

Rigoberto Ferrera apareció con una novedosa incursión en la música.

Los que allí asistimos, a pesar de la lluvia sabatina y el calor dominical, tuvimos la oportunidad de también reencontrarnos con el trabajo de un Rigoberto Ferrera, relativamente desaparecido del mundo humorístico y actoral, para aparecer con una novedosa incursión en la música. Algo que ya antes había hecho de cantor, y esta vez, además, como instrumentista; logrando acertados (y muy simpáticos) registros en el «bel canto» y otros géneros, que incluye la gustada parodia.

Virulo, el archiconocido miembro de la Nueva Trova que enrumbó su trabajo hacia el difícil arte de la risa, nos llega con su desenfado habitual. Esta vez se hizo acompañar de una pareja de divertidos simios, y con su guitarra en ristre, para colmarnos de ocurrentes historias, versiones literarias (siempre se disfruta recordar al gran periodista y escritor Héctor Zumbado) y temas más recientes, relacionados con lo más autóctono y singular de nuestra cubanía.

Llama mi atención, y por eso encumbro este espectáculo y lo pongo como ejemplo, la manera en que estos dos autores tocan nuestra realidad más inmediata desde un lenguaje universal. Un diálogo eficaz para cualquier rincón del mundo. No faltaron referentes a otras culturas, pero desde nuestra identidad. Una tarea pendiente para algunos humoristas y artistas en general.

Virulo, el archiconocido miembro de la Nueva Trova, enrumbó su trabajo hacia el difícil arte de la risa.

Ojalá esta experiencia se repita en los próximos meses, ya sea en las salas de la capital o en los acogedores teatros del resto de las provincias. Lo cierto es que el Centro Promotor va cerrando las cortinas del humor en el verano de 2019, y lo hace, cual dijera mi abuelita: “con broche de oro”.

No obstante, aún queda una cruzada importante por la región centro-oriental que será toda una sorpresa a cargo del llamado Equipo de los Cómicos, que lo mismo juegan buen béisbol, que ponen a gozar nuestras plazas del interior del país con un selecto “team” de humoristas de primera línea. Sobre estas y otras gestas les contaré en próximos días.

Fotos Cortesía del autor

Calor, Lluvia Y Humor