Por Frank Padrón
Nuevos y respetables nombres del teatro responden hoy a nuestra encuesta donde se indaga sobre sus obras antes, durante y tentativamente, después de la pandemia. Las preguntas, recordemos, son:
1-¿Cuál fue tu último trabajo pre-covid 19?
2-¿Qué hiciste profesionalmente durante la pandemia?
3-¿Qué preparas para el retorno?
Osvaldo Doimeadiós. Actor, humorista y director teatral.
1.-El anuncio de la presencia de los primeros casos de la covid en Cuba, me sorprendió justamente en medio de una función de Oficio de Isla, en la sala alternativa del Complejo Cultural Bertolt Brecht, como parte de la programación de la muestra internacional “Traspasos Escénicos”. Era el11 de marzo. Había comenzado los ensayos de una obra de H. Ibsen con el joven director jazz martínez gamboa, proceso que quedó detenido. Asesoraba otra puesta en el teatro y me preparaba para comenzar a grabar un paquete de programas para la TV.
2.-Durante esta etapa de aislamiento y confinamiento relativo –caza/recolección/cueva, le llamo yo –mi trabajo ha estado orientado en varias direcciones:
Participación en spots y otros materiales audiovisuales para la TV, otros programas vía whatsapp, spots de humor para Radio Taíno, Radio Progreso y varias emisoras provinciales, voces para la serie Patrulla 009 de los Estudios de Animación del ICAIC (vía whatsapp), grabación de Epicentro, paquete de programas de humor para un sitio digital de CINESOFT (Coproducción: CNAE/CPH/CINESOFT), El humor se piensa. (paquete de programas de humor para la TV, coproducción CPH/RTV Comercial/CNAE/CINESOFT).
Formé parte, junto a otros actores, de un clip con la cantautora Liuba María Hevia (vía whatsapp). Artículos y colaboraciones para sitios digitales sobre temas concernientes al teatro y la situación con la pandemia. · Durante la vuelta a la fase 1 en la ciudad, participé como actor en la grabación de El conde Drácula, cuento para la TV bajo la dirección de Alberto Luberta Martínez. En estos momentos participo como jurado de un concurso de becas para proyectos creativos que organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad.
3. Cuando la situación vuelva a lo que llaman “la nueva normalidad”, pretendemos seguir las presentaciones de Oficio de Isla en los predios habaneros, y en lo posible, llevar la obra a otros escenarios en el interior del país. Debo continuar el trabajo de asesoría con el proyecto teatral “El Portazo”.
En la TV, tengo propuestas de intervenir en las series de ficción que realizarán los directores Rudy Mora y Magda González Grau, así como en un paquete de programas sobre tema histórico, bajo la dirección de Alberto Luberta Martínez.
Yunior García Aguilera. Dramaturgo, actor, cineasta, director de Trébol Teatro.
1- Justo una semana antes, habíamos estrenado Hembra, nuestra última producción teatral. Queríamos que el público saliera de esa cómoda postura que nos hace aferrarnos a algunas ideas por costumbre… o asumir otras nuevas, gracias a la irresistible seducción de lo reciente. Gozábamos cada noche el pulso de los espectadores, su risa cómplice, su ceño fruncido, su aplauso de reconocimiento, su abrazo en los camerinos entre algunas risas y lágrimas. Entonces… llegó el coronavirus.
Los teatros, como es lógico, fueron los primeros en cerrar en casi todo el mundo. En Cuba, los teatristas entendimos de inmediato esa decisión y no solo la aceptamos, sino que nos despedimos de nuestros públicos antes de la fecha pautada. La pandemia era una realidad que superaba cualquier ficción catastrofista. Era urgente, aunque eso nos obligara a poner en pausa nuestro arte, quedarnos en casa. Pero el arte, tantas veces comparado con un “bicho”, toma a veces la forma de anticuerpo. Se resiste a la inactividad y comienza a luchar.
2- Hoy puedo afirmar que mi confinamiento ha sido de todo, menos sabático. A mi correo llegaban varias solicitudes de obras para ser leídas en Instagram. En WhatsApp se aglomeraban mensajes, desde otras geografías, de personas que habían podido ver en YouTube nuestro Jacuzzi o nuestro Pasaporte y deseaban dialogar sobre las obras. Facebook se inundó de fotos de espectáculos que generaban decenas de comentarios. Nos sorprendió observar tantas visitas a la copia disponible en Vimeo del cortometraje Cerdo, a solo unas horas de haberlo compartido públicamente. Un grupo de actores latinos radicados en Nueva York me pedían un nuevo texto para representar. Otros me invitaban a sumarme a proyectos de guiones dramatizados para la televisión en Cuba y en Estados Unidos. Y me avisaban que una producción brasileña de un texto que escribimos entre cinco autores de cinco países, estaría durante un mes en el Museum of Contemporary African Diaspora Arts, en Brooklyn. He dormido menos, en estos días de “cuarentena”, que en aquella mal llamada “normalidad”.
El teatro, aunque encuentra su finalidad sobre la escena, es también literatura. Cuando decidí abrir en Telegram un canal para ir publicando algunas obras, el número de visitas superó mis expectativas… Los textos están disponibles en t.me/yuniorgarciateatro.
El juego #YoMeQuedoEnCasa rápidamente motivó seguidores en las redes. Oscar Gordillo, el diseñador con quien trabajo desde hace algunos años en el teatro y los audiovisuales, le colocó su impronta al primer boceto y logró un diseño más atractivo y funcional. Desde otros países nos escribían amigos que habían podido imprimirlo y ya lo jugaban. La periodista Esther Díaz Pérez nos hizo un reportaje para la televisión nacional que despertó un interés mayor. Incluso nos contactaron desde el Centro Juan Marinello para invitarnos a compartir la experiencia en un Taller de Juegos y Juguetes. Si te interesa, puedes descargar libremente las partes del juego desde t.me/juegolapandemia.
3- Poco a poco, el mundo se prepara para salir de esta fase. Y aunque es seguro que nada volverá a ser como antes, el teatro, como siempre, resistirá. Ya volverán a abrirse sus puertas al gran público y los actores regresaremos a las tablas. Allí, a pocos metros del espectador, es donde nuestro arte cobra verdadero sentido. Solo allí… cada frase resulta irrepetible y cada función se vuelve única. Allí quiero invitarte, desde ahora, para seguir construyendo sueños. Al final de la función, hablaremos… y nos daremos al fin, después de mucho tiempo, un abrazo real. ¡Hasta entonces!
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