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Una mujer consagrada

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Por Valia Valdés

Nieves Laferté, diseñadora escénica, egresada de la ENA, del Instituto de Arte de Bratislava y de la Universidad de las Artes (ISA), tiene una larga carrera en el teatro. Ha trabajado con compañías de distintas regiones del país, abarcando diferentes géneros y estilos. Sus diseños son reconocidos tanto, en la producción cinematográfica cubana como internacional.
Por varios años estuvo al frente de la sección de diseñadores escénicos de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC y actualmente es directora de la Galería de diseño escénico Raúl Oliva. Indiscutiblemente es una voz muy respetada en esta manifestación artística.

Nieves, ¿quiénes fueron tus maestros?
Comencé en la Escuela Nacional de Arte estudiando diseño de vestuario, el profesor checo Dmitri Kdrnoska introduce el programa de la escuela de Praga que proponía un diseñador integral de escenografía, vestuario y luces y me enamoré del diseño escenográfico. Pedro García Espinosa nos enseñó escenografía de cine, Luis Márquez escenografía de teatro y técnica de escena, el peruano Roberto Larragure nos impartió escenografía de televisión. Tambien aprendí muchísimo de Maria Elena Molinet.

¿Qué te aportó de manera fundamental, estudiar en el Instituto de Arte de Bratislava? Coméntame sobre la escuela europea del diseño escénico, ¿Qué la distingue?
El Instituto de Arte de Bratislava me permitió tener acceso a una tecnología avanzada y altos niveles de creatividad virtuosismo en la técnica de escena, entendida ésta como un conjunto de condicionantes, desde el bosquejo en el papel hasta la tecnología a utilizar.

¿Se puede decir que existe una escuela de diseño escénico en Cuba?
En mi opinión, no. Yo diría que existen tendencias, maneras de hacer.

¿Cuál ha sido tu mayor obstáculo al diseñar para el teatro?
La escasez de materiales y la pérdida de rigor, sobre todo en la confección del vestuario.

¿Tu mayor dificultad al trabajar para en el cine?
Los plazos de tiempo, pero si haces una investigación precisa y manejas los tiempos de una manera eficiente, ganas ese reto con profesionalidad.

¿Crees que se ha debilitado la transferencia de saberes de las generaciones anteriores en cuanto a las técnicas de realización del vestuario y la escenografía teatral?
En ese aspecto mi mayor preocupación ha sido respecto al vestuario. He impartido el taller Patrones del vestuario Histórico y Armazones en dos ocasiones, en La Habana y en Santiago de Cuba, contando con el apoyo del Consejo de Artes Escénicas de ambas provincias, me parece muy importante compartir esas experiencias.
El vestuario de época no se debe confeccionar a partir de patrones modernos; para lograr una credibilidad histórica hay que partir de los patrones tradicionales y diseñar sobre esa base. Es indispensable preservar el conocimiento de los oficios que tributan a esta especialidad.

Frecuentemente los directores asumen el diseño de sus espectáculos. ¿Qué piensas de esto?
Creo que en ocasiones resulta un diseño emocional, no técnicamente fundamentado.

¿Cuál es tu opinión acerca del ejercicio de la crítica sobre el diseño escénico?
Pienso que es mínima y poco conceptualizada, carece de dominar el basamento teórico que sustenta el diseño de un espectáculo, el cual no está desligado del entramado dramatúrgico de la puesta en escena y la investigación que la acompaña. A pesar de que los estudiantes de Teatrología reciben conocimientos sobre el tema, considero que no se acaba de entender la importancia de valorizar aspectos como la dramaturgia del traje, la psicología de las líneas, del color. Estamos muy necesitados de una mayor divulgación de esta disciplina.

Has invitado a los graduados de Diseño Escénico a exponer sus obras de graduación en el espacio de la galería Raúl Oliva, ¿Crees que esta especialidad resulta atractiva a los jóvenes creadores?
La Universidad de las Artes (ISA) gradúa menos de diez estudiantes anualmente, algunos de ellos muy buenos en diseño escenográfico y con intereses disímiles. Cuando los graduados del Instituto Superior de Diseño (ISDI) en diseño de modas se acercan al teatro, resultan excelentes por la preparación que traen consigo, también hemos acogido a artistas visuales que nos han aportado muchísimo.

Te graduaste de Teatrología con la tesis Bosquejo Histórico del Diseño Escénico en Cuba hasta 1959, de la cual una parte, está publicada en la revista Tablas ¿Piensas continuar esa investigación?
Para mí ha sido esencial rescatar la memoria del diseño escénico en Cuba. Mi propósito es retomar la investigación a partir de la época del Teatro de arte y las salitas. Los historiadores del teatro enmarcan esa época como una sola, pero dentro de la historia del diseño escénico son etapas diferentes y pretendo llegar hasta el año 2000. Se trata de un estudio minucioso de procedimientos, procederes y personalidades.

¿Por qué una investigación sobre los patrones arqueológicos?
Porque esa es la base del vestuario social, es cierto que para el vestuario escénico se necesitan otros elementos, pero la base es la misma. Estoy llevando paralelamente tres líneas de investigación: Patrones históricos del vestuario, Patrón del traje folclórico, que se deriva de la anterior y la Historia del diseño escénico en Cuba.

Nieves Laferté ha desarrollado una amplia labor pedagógica en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en la Universidad de Cuyo en Mendoza, Argentina, en la Universidad de las Artes (ISA), la Escuela Nacional de Arte y en la Escuela de Superación Profesional de Instructores de Arte. Encara cada proyecto con dedicación absoluta, es metódica, laboriosa, consagrada. Busca tenazmente la perfección, quizás nunca la encuentre, pero no se cansa de intentarlo.

Fotos: Cortesía de la entrevistada