Search
Close this search box.

El humor que vino con la lluvia

El teatro Karl Marx acogió el espectáculo de los humoristas: Osvaldo Doimeadios, Carlos Gonzalvo, Rigoberto Ferrera y Kike Quiñones.
image_pdfimage_print

Texto y fotos: Jorge Alberto Piñero (JAPE)

“Siempre que llueve escampa”, es un viejo proverbio y es también el título del espectáculo con el cual el Centro Promotor del Humor regresa a escena luego de varios meses de ausencia total.

El teatro Karl Marx fue la sala que sirvió de soporte para este reencuentro con el público en el que cuatro reconocidos humoristas: Osvaldo Doimeadios, Carlos Gonzalvo, Rigoberto Ferrera y Kike Quiñones, fueron los anfitriones. Un momento feliz que ya se había convertido en un sueño para actores y todos los incondicionales al buen humor cubano.

La experiencia tuvo lugar durante los dos pasados fines de semana en que el reconocido teatro abrió sus puertas hasta completar un tercio de sus butacas disponibles. De esta manera se cumplió con lo establecido para esta etapa dentro de las fases de recuperación en la nueva normalidad asumida a causa de la pandemia que azota al planeta.

A pesar de los lluviosos días (esperamos que algún día escampe, como anuncia el espectáculo) la asistencia y disciplina del público fue notable. Condicionantes primordiales para poder disfrutar de una excelente propuesta a la altura de tan esperada cita.

Una vez más el humor, entre las más populares sugerencias de las artes escénicas, nos hace viajar por divertidas crónicas de lo más actual de nuestra realidad y de aquello que acontece en todo el mundo. Algunos textos antológicos vuelven a ocupar espacio como marcando la diferencia y afianzando la indiscutible máxima de que “lo bueno no pasa”.

La feliz realización de estas funciones es una buena noticia para todos y gana en importancia cuando al decir de Luis Enrique Amador (Kike) Quiñones, director del Centro Promotor del Humor, esta experiencia se expandirá a los teatros de las diferentes provincias, según lo permitan las condiciones territoriales, para poco a poco y con mucha precaución, retomar las salas del todo el país y llenarlas de risas. ¡Ojalá siga lloviendo buen humor, y que no escampe!