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A las puertas, función única de “Tan Musical” 

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La Compañía Verdarte junto a la Orquesta Failde presentarán en función única Tan Musical, una revista que tendrá lugar el sábado 7 de enero, a las 8.30 pm, en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba

Por Noel Bonilla-Chongo

Cuando hagamos el reporte de la danza en este Diciembre que ya termina, se podrá confirmar la gran variedad de propuestas y modalidades de espectáculos ofrecidos en casi todos los escenarios cubanos. Desde la Isla de la Juventud, en el remozado cine-teatro Caribe hasta el teatro Guaso de Guantánamo. La danza, aun siendo tan efímera en su exposición escénica, ha marcado con notoriedad la cartelera de estos meses finales del difícil 2022.

Estrenos, reposiciones, temporadas, aniversarios, han posibilitado a los artistas recuperar aquella vitalidad que la pandemia castrara, y mostrar con potencia activa cuánto puede el cuerpo, cuánto puede la danza como agente movilizador.

De ahí, el contento para iniciar un pronto nuevo año, también desde la danza en su enunciado y maneras más próximas al teatro musical. Tan Musical, será la revista que la Compañía Verdarte junto a la Orquesta Failde, presentarán en función única el venidero sábado 7 de enero, a las 8.30 de la noche en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba.

Tan Musical, en palabras de Jorge Pedro Hernández, su director artístico general y de Ethiel Failde, director musical, converge el homenaje a la más rica tradición de nuestro teatro vernáculo, a la elegancia de modelos y figurantes, como a la amplia variedad de ritmos musicales y danzarios cubanos.

Baile, actuación, canto, música y visualidad se afinan como reformulaciones de lo ya aparentemente conocido para ahora erigirse en apuesta hacia el futuro espectacular de Verdarte en su apropiación y propiación, en presente, del teatro musical dentro del siglo XXI cubano. Aquí, en esta tierra donde una rica historia de concordancias y asimilaciones artísticas ha enriquecido la escena de manera particular.

Y es que nuestra danza se fusionó orgánicamente al quehacer teatral a partir del teatro vernáculo, de sus situaciones y personajes. Mulatas, negritos, gallegos y hasta chinos, cerraban sus sainetes con las más diversas ejecuciones musicales y danzarias. El público seguía las temporadas bufas del Teatro Martí; admiró a Arquímedes Pous, a la pléyade del Teatro Alhambra, y a otras muchas compañías que en el devenir del arte teatral fueron moldeando un gusto (y una fórmula) por modos de hacer donde el cruce de lenguajes escénicos se entrelazaba armónicamente. Aquí, donde parejas famosas de bailes, mamboletas, rumberas, mulatas de fuego, glamorosas vedettes y legendarios cuerpos de bailes, vestían de gala la noche habanera.

De Sans Souci a Montmartre, del Ali Bar a Tropicana, de los night-clubs de la calle 23 al Cabaret Parisién, etc., nos quedan aún muchas historias por contar. Propósitos perspectivos de Jorge Pedro y Verdarte.

Así de sazonado en sustancia teatral, como tesoro narrante en el tejido social, cultural, musical y danzario cubanos, nuestro teatro musical se fue haciendo de este conglomerado múltiple. Gran cantidad de compañías con un variado repertorio de zarzuelas y operetas, estrellas mundiales de paso por escenarios nocturnos habaneros, las compañías itinerantes del llamado Circo-Teatro (producto cultural que penetró hasta los más intrincados rincones del país), etc., el espectáculo escénico musical made in Cuba, va generando un modo expresivo que mixtura patrones foráneos con lo más auténtico y propio.

A la zarzuela, el sainete, la revista y las variedades, se sumó la comedia musical, difundida masivamente por el cine estadounidense. A través de fuentes desemejantes y por caminos diversos, el espectáculo musical se fue arraigando en el gusto popular.

Los teatros Martí, Alhambra, Alcázar, América, Payret, Musical de La Habana, entre otros, exhibirían todo y “de todo” lo que, en materia teatral/musical/danzaria, conformaría el carácter escénico de nuestro poderoso teatro musical espectacular. Hechos que siguen reclamando estudios e investigaciones, aproximaciones creativas y un mayor alcance, más allá del consabido apelativo de “costoso” a esta tipología teatral.

Y es ahí, en la responsabilidad y asunción desde el hoy de nuestras posibilidades (realidades, propósitos, recualificaciones, reacomodos y evidentes limitaciones) expresivas, donde Tan Musical, configura su razón temática y espectacular.

Dieciséis números musicales y trece momentos coreográficos nos dejarán asistir a un show que recurre al juego del “teatro dentro del teatro”. El escenario de la sala Covarrubias alojará a un set televisivo donde la Diva (personaje real y referencial) dialogará con el Presentador; todo como pretexto para atraer, como por acto de prestidigitación, a la Mulata, el Gallego, el Negrito y hasta el Chino, vernáculos otrora, hoy renovados, quizás distintos, pero idénticos arquetipos fundacionales en la rica tradición.

Dramaturgia sonora centrada en las cualidades musicales de la Orquesta Failde, en las enunciaciones vocales y el propio canto en vivo de los actores y actrices que encarnan los aludidos personajes. Danzalidad asumida por primeras figuras y el cuerpo de baile de Verdarte, jóvenes con un potencial creciente dentro del amplio registro de bailarines formados en nuestro sistema de Enseñanza Artística y en los talleres vocacionales de la compañía. Teatralidad y visualidad espectacular que une pulso, acento, ritmo musical y bailante.

Tan Musical, producto Verdarte-Failde, es extracto de estos diez primeros años que ambas agrupaciones celebran desde que debutarán con el solo propósito de hacer arte en Cuba y desde nuestras realidades y aspiraciones.

Resume esa etapa sin pretender ser un compendio de lo andado, labrado, conquistado. Al tiempo, es, asimismo, puerto afluente hacia el porvenir. Con todo y nada, con mucho y poco, Tan Musical es tan “cubano como todo el equipo de gentes que lo hacen” para refrendar la vocación del artista en su responsabilidad con el arte y sus públicos. Compromiso que ahora se torna salvaguarda, búsqueda, reapropiación de lo tanto que gravita en la memoria de la escena musical, teatral y danzaria cubanas que demanda, hoy como nunca, viajar a sus huellas desde el presente.

Y sí, Tan Musical, es solo homenaje, deseo, disfrute, añoranza, compilación sucinta y más. Ese plus que nos hace insistir que “el arte más noble, es el de hacer felices a los demás».