Por Yelaine Martínez Herrera
«Hay temas que acompañan a un creador durante años, especialmente la necesidad de poder hablar de lo vivido y recordado, que de muchas maneras forma parte de la memoria social de un pueblo, ciudad o grupo humano. Eso hace Campo minado, contar esos tránsitos que sucedieron en los años 80 y 90», expresó en diálogo el actor Ury Rodríguez a su paso por Las Tunas, para compartir esa obra en el centro cultural Teatro Tuyo.
La pieza se adueña de desgarramientos y emociones inherentes al deseo de alcanzar un futuro mejor, a toda costa, en el que atravesar los campos minados allende la Base Naval de Guantánamo deviene una opción. El teatrista, también presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en esa provincia, se apropia de la trama para contar una historia capaz de arrancar lágrimas a través del zapador y la 178, ambos personajes interpretados por él.
«Quise contar las maneras de enfrentarse al peligro y la muerte que acompañaron esos sucesos, que también implicaron familias desmembradas. Acercarme a este tema siempre fue una necesidad, pero encontrar la manera de hacerlo me llevó muchos años. Sin embargo, en algún momento leí Campo minado, texto del escritor cubano Ulises Rodríguez Febles, y abrió mi camino en ese sentido.
«La obra está concebida para dos actores; así la pensé y hasta se llegó a estrenar con una actriz, pero, como sucede mucho en la creación, las personas suelen marcharse. Ahí empezó otro proceso, en el que me hallé ante la interrogante de cómo asumir la puesta haciendo los dos personajes. Y fue todo un reto, interesante», dijo.
Este Campo minado para un solo actor le ha despertado, según confesó, muchas emociones. «Siempre ha sido una prioridad contar, llevar a escenas estas vivencias. Sobre todo me gusta crear un debate sobre esas experiencias de la emigración que te permiten preguntarte -como dice un eslogan de la puesta- ¿vale la pena arriesgarte? ¿Por qué quieres irte?», añadió.
Detrás de esta obra, están horas de búsqueda, lecturas e hilos que se tejen para llevar a escena una trama conmovedora que, aunque se circunscribe a la salida por Guantánamo, de cierta manera alude a otros «campos minados» que ponen en peligro al ser humano en el mundo, ya sea desde Yemen, Afganistán, el Mediterráneo…
Por otro lado, para Ury venir a Las Tunas es un deleite. «Con esta provincia tengo un apego especial. Aquí he presentado casi todo mi repertorio. Agradezco a esos amigos que siempre colaboran para compartir mi arte en esta tierra. Me hacen sentir como en casa. Además, también aprendo mucho de mis colegas tuneros», destacó.
Campo minado reflexiona sobre un tema complejo y visceral que, respetando las decisiones humanas y el derecho de cada quien a decidir qué hacer con su vida, deja siempre una huella de dolor en el tejido colectivo, como si todos fuéramos de alguna manera ese zapador que intenta, a toda costa, proteger a la mujer decidida a transitar por la peligrosa zona, poniendo fin a su vida y, de paso, a su «sueño americano».
Foto cortesía del entrevistado
Tomado del periódico 26 de Las Tunas