Entrevista con Esther Suárez Durán, una de las líderes de la Bacanal de Títeres para Adultos, que tendrá lugar en La Habana del 14 al 20 de noviembre próximo.
Por Indira R. Ruiz
Una pregunta se impone al conversar con Esther Suárez Durán. Su nombre es relacionado indistintamente a la Bacanal de Títeres para Adultos y al Centro Cubano de la ASSITEJ. ¿Pudiera explicar el funcionamiento y la relación tanto de la Bacanal como evento, como de la ASSITEJ como organización?
Siempre me gusta resaltar el método de trabajo sostenido en la preparación de la Bacanal de Títeres para Adultos que ocurre cada dos años. Quienes llevamos a vías de hecho este evento que tendrá ya su tercera edición en noviembre, somos un equipo de trabajo sin jerarquías. No existen entre nosotros cargos de ningún tipo: “directores”, “subdirectores”… Cada quien tiene tareas concretas que realizar y cada cual puede colaborar, de hecho, en el resto de las tareas si lo desea o si es preciso, pero sin “nombramientos formales”. Si algún nivel de jerarquización funciona en el interior del equipo tiene que ver con el imaginario de cada quien, o con las funciones y áreas que cada uno atiende y de la que se hace responsable dentro del evento. Para esta tercera edición de la Bacanal el Equipo Gestor está conformado por Normando Delabat, Blanquita Felipe, Armando Morales, Erduyn Maza, Arneldy Cejas y yo. A excepción de Normando, que es una adquisición fabulosa que hicimos desde la segunda edición, el resto venimos trabajando juntos desde la gestación misma del evento, allá por el 2011. Todos estos colegas realizan una labor de excelencia, de alto nivel profesional y ético, porque existe compromiso con este evento que llevamos adelante.
Sin embargo, ASSITEJ tiene un funcionamiento diferente. En esta asociación dedicada al fomento del teatro para niños y jóvenes, tengo una responsabilidad formal y oficial definida. He sido electa por una mayoría de mis colegas teatristas como Presidenta del Centro Cubano de la ASSITEJ, en un proceso de votación que ha incluido a la mayor parte de los efectivos de esta asociación en la Isla. Creo que es útil decir que la Bacanal y la ASSITEJ no son parientas cercanas. Son dos proyectos de trabajo en los cuales, no por casualidad, algunos de mis colegas y yo coincidimos o… reincidimos tal vez.
La Bacanal de Títeres para Adultos es un suceso relativamente nuevo dentro del panorama de eventos nacionales. Hábleme un poco de la génesis del mismo, organismos y grupos auspiciadores.
Hacer un festival de figuras animadas para el público adulto es una idea que se me ocurrió un día cruzando una calle de regreso a mi casa, así de sencillo. Pero la historia de la idea no es tan breve, detrás de ella había años de reflexión acerca de la desaparición de aquel teatro luminoso de títeres para adultos que con tanto afán, habían logrado Los Camejo entre 1963 y 1970. Entonces la posibilidad estaba ahí, -al menos como posibilidad- de que alguno de nosotros, los teatristas de hoy, hiciéramos algo al respecto. Desde el Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas acabábamos de cerrar un exitoso Taller de Investigaciones Rine Leal (2010) dedicado a las grandes actrices de nuestro teatro entre 1940 y 1970, y de esa adrenalina, de esa efervescencia dejada por el Taller, surgió esta idea.
Personalmente no me gusta el estilo vertical de vida social que se lleva en el país a partir de 1976. Me gusta que la distancia entre quienes conducen un proceso social y la realidad que se piensa transformar tienda a cero, para decirlo con una fórmula matemática. Apenas lo pude entrever, porque era una niña, pero añoro la etapa de los directivos de la Revolución desembarcando en cualquier lugar del país e intercambiando con sus gentes, tomando allí ideas para futuras decisiones. El verticalismo crea distancias peligrosas, inmoviliza a los grupos sociales, arrebata el sentido de la responsabilidad colectiva, apenas tiene ventajas. Puede tener sentido en la urgencia de la guerra, pero no así en la paz. Creo en las revoluciones sociales porque creo en la energía incalculable de los conjuntos de seres humanos. Me gusta trabajar en colectivo, es divertido, es enriquecedor y te obliga a crecer como persona cuando se trata de un ambiente sano, normal y no de un ambiente envilecido. Por lo tanto, entreví este festival proyectado y organizado desde un equipo central de colegas a quienes les atrajera la idea y fueran capaces de dejar fuera cualquier ambición mezquina, trabajando realmente como equipo, donde todos tuviésemos el mismo grado de información de lo que preparábamos y el mismo grado de decisión, es decir, sin una jerarquía formal al interior de él y sin aceptar que, desde fuera, por seguir el pensamiento al uso, se nos impusiera ningún tipo de jerarquización inútil.
Lo demás se sabe. Convoqué a un grupo de colegas y nos reunimos una mañana. Ese día éramos más que los que somos hoy, y finalmente hemos quedado los que debíamos estar. También conversé la idea con varios colegas y al tramitar el asunto del término “Festival”, las autoridades del Consejo Nacional de las Artes Escénicas nos aconsejaron seguir la estrategia de usar otro nombre para no tener trabas con nuevos presupuestos ni con el posicionamiento del evento dentro del sistema nacional de eventos. Al principio esto nos desconcertó, sin embargo este obstáculo terminó siendo un magnífico reto. De un juego de palabras por teléfono con el colega Sahimell García Varela, surgió la palabra “Bacanal”. Ninguna es mejor en cualquier sentido, hasta en la forma en que llena la boca al pronunciarla.
Inicialmente la Bacanal fue convocada por el Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas y el Teatro Nacional de Guiñol. Al hacerse mayor el peso específico de los colegas del Teatro La Proa en ella, y a propuesta de ellos mismos, esta compañía se suma a las instituciones convocantes. Sus patrocinadores por excelencia son el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Centro de Teatro de La Habana. Por supuesto, a este respecto, si alguien tiene algo que ofrecer, se aceptan proposiciones.
¿Existe alguna experiencia previa de algún evento similar en Cuba? En épocas anteriores quizá…
No creo que exista antecedente alguno más que el que ya mencioné: la programación para adultos que realizó en los sesenta el Teatro Nacional de Guiñol que conducían Carucha y Pepe Camejo junto a Pepe Carril.
Anteriormente, ¿qué espacio tenía el títere para adultos en Cuba dentro de otros eventos teatrales más versátiles -como festivales de teatro, por ejemplo-? ¿Ha cambiado esto?
Pienso que no ha existido sistematicidad alguna. Tuvimos varios espectáculos de figuras animadas destinados al espectador adulto en la etapa que media entre 1970 y el año 2012 en que tiene lugar la primera edición de la Bacanal del Títere para Adultos, y ellos tienen un mérito enorme, porque eran aves raras en el paisaje teatral. De este modo, algunos de estos espectáculos podían ser electos para participar tanto en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey como en el Festival de Teatro de La Habana, de acuerdo con los niveles de elegibilidad que les reconocieran los curadores de cada uno de estos eventos. Sin embargo, tengo la impresión de que la aparición de la Bacanal en el panorama teatral nacional ha llamado la atención sobre este particular, el teatro de figuras para adultos. De hecho el Premio Caricato de la UNEAC, ya está teniendo en cuenta esta especialidad en su proceso de premiación.
¿Cómo y en qué medida la tercera edición de la Bacanal de Títeres para Adultos será similar o diferente a las dos anteriores? ¿Qué ha funcionado y qué debe ser cambiado respecto a la experiencia organizativa del evento?
En esencia la Bacanal mantiene hasta hoy la misma estructura, esta es: programación de espectáculos titiriteros destinados al público adulto, un espacio para la superación y el intercambio teórico -donde aparecen los talleres, las conferencias, la exposición que se realice, la presentación de audiovisuales, etc.-, y el Cabaret Titiritero, que cierra las actividades en el fin de semana de la Bacanal, comenzando a las 10:00 p.m. en estos últimos días. El Cabaret es el espacio de convergencia de las artes: música, danza, circo y teatro de títeres. El Cabaret aún no ha logrado un cruce legítimo entre las artes titiriteras y el resto de las expresiones del arte, pero “tiempo al tiempo”.
Creo que está en el ánimo de todos, el propósito de cambiar lo que deba ser cambiado y tener siempre algo diferente. Esta vez tendremos una muestra de audiovisuales, una feria de mecanismos y trucos titiriteros, y un nuevo tipo de premio. La segunda edición premió al espectáculo más votado por el público. El premio recayó en el virtuoso marionetista colombiano Ernestico Aronna. Esta vez premiaremos a la Mejor Sede, electa a partir de encuestas dirigidas a los Directores Artísticos de los espectáculos que se presenten en cada uno de los teatros que intervienen en la 3ra Bacanal. Estas encuestas serán procesadas por un grupo de estudiantes que nos acompañarán en los trabajos del evento.
Para esta ocasión se incorpora el municipio Guanabacoa a los escenarios de la Bacanal, como antes se incorporó el municipio Diez de Octubre, y contamos además con cuatro provincias que serán subsedes. Ellas son: Pinar del Río, Villa Clara, Las Tunas y Granma.
Lo que debe mejorar respecto a la organización del evento es llegar a obtener un mayor compromiso de la institución con el mismo y poder disponer con seguridad de algunos otros recursos. Hasta hoy el evento se abre paso en el gusto de los colegas y del público, desde el inicio logra la atención de los medios, esta vez comienza a incluir en menor escala algunos otros patrocinios. Pero por otra parte, el comportamiento de la institución se parece más a la tolerancia que al compromiso. Aquí es justo decir que algunos comportamientos y decisiones trascienden la jurisdicción de la institución y responden a conceptos nacionales que necesitamos revisar, como es el hecho de que los artistas extranjeros han de costearse la estancia en el país. Eso no funciona de este modo en la mayor parte de los festivales a nivel mundial. Cuba no es excepción.
Pero, yo estoy dentro. Seguramente existen aspectos que no veo. Toca hablar a los demás.
“Títeres para adultos” no es un tema con el que estamos muy familiarizados. Usualmente se asocia el títere al teatro para niños. ¿Cómo ha cambiado o no esta realidad en el imaginario del público asistente?
La Bacanal funcionó desde su primera edición, pese a su carácter insólito, porque lo único que hizo fue descubrir una necesidad. Y cuando descubres algo que viene a suplir una necesidad -así sea inconfesada o no consciente-, tienes el éxito garantizado.
Desde la primera edición reconocíamos nuestro propio entusiasmo en el entusiasmo que la idea provocaba en los otros. Así, desde el comienzo, los medios apoyaron sin cortapisas el evento; en particular, la televisión, que nos abrió todos los espacios.
La segunda edición transcurrió bajo tres días de aguaceros intensos, pero siempre tuvimos público. La gente llegaba tan empapada como nosotros mismos a cada una de las funciones y con mucha alegría y curiosidad, sin una queja. En cuanto el tiempo mejoró, que fue ya el domingo, el día del cierre, los espacios se repletaron. Nunca olvidaré las dos funciones de Shangó de Ima, de la Compañía Teatral Océano, a teatro lleno y con público quedándose afuera, sin poder entrar, incluso a la segunda presentación.
Pero, dos ediciones resultan escasas para mover un hábito de pensamiento, para desalojar un prejuicio, sin embargo…, digo como Galilei, “se mueve”.
La Bacanal como evento es un gran desenfreno teatral al que nos abocan los títeres. Desde su experiencia, ¿es perceptible a partir de este evento en particular alguna influencia en el trabajo de los grupos cubanos que trabajan la figura animada?
La Bacanal es, manifiestamente, una fiesta teatral, es el teatro en su acepción de festividad. Si algún desenfreno se produce será siempre en la dimensión de la creatividad, del desarrollo del ingenio y la imaginación. Es bueno decir que desde que ella se convoca, en los mensajes de correo que intercambiamos, en las reuniones que tenemos prima el espíritu de la broma y la alegría y el de apostar por la locura mayor, realmente pensamos el evento que deseamos, soñamos despiertos. Esta alegría se traduce en energía, es la energía que luego es capaz de pasarle por encima al tema de que nos quedemos sin siquiera un transporte -de los pocos asignados- en el medio mismo del evento, como nos ocurrió en la edición anterior, o que tengamos que solventar alguna dificultad que pareciera irresoluble de la manera más enloquecida.
Supongo que aún es pronto para poder percibir una relación de causalidad entre la Bacanal y el desarrollo de cualquier aspecto de la creación entre los grupos que trabajan la especialidad titiritera. Aunque, tal vez sea posible decir que la Bacanal ha empujado a algún grupo más allá de los senderos que hasta ahí había transitado; que para algunos ha significado un espacio de reto, que para otros ha significado el redimensionamiento de las posibilidades de la figura animada en la escena y de sus propios lenguajes al uso hasta la fecha. Será interesante cuando alguno de los grupos ajenos a la expresión teatral mediante los recursos de la figura animada acuda a ellos. Tal vez algo así suceda. Y será un gran paso.
Crítica teatral/ teatrología/ títeres para adultos. ¿Es posible enlazar esos términos en Cuba hoy?
De alguna manera ya se van haciendo los caminos. El teatro de figuras dirigido a los adultos puede servir como legitimación del arte del títere para algunos, quienes, acaso hasta hoy, no le hayan prestado la debida atención por establecer, erróneamente, una relación biunívoca con el público infante y subestimar, a la vez, a ese público.
¿Qué idea manejará la curaduría del evento para su selección este año? ¿Existe algún logo, idea principal que le defina?
La primera edición se hizo con lo que teníamos guardados en los huacales, por decirlo así; se puso a bailar la historia más reciente en los repertorios. Era eso o nada y era preciso arrancar. La segunda marcó la altura de la vara atendiendo a la mayor calidad artística de la propuesta. La tercera va por un camino similar, pero sucede que la originalidad y la diversidad comienzan a manifestarse, como era de esperar. Ya para este año la Expo de la Bacanal tomará el pulso a la memoria, intentará un recuento de lo producido en la era post Camejo y hasta la aparición de la Bacanal en el horizonte, e incluirá una Feria de Mecanismos -así como suena-; el día que se programe los artistas expondrán ante los interesados los mecanismos que hayan utilizado en sus creaciones –personajes, escenografía, atrezo…- que consideren particularmente novedosos u originales. Esto puede resultar una rampa de lanzamiento. ¿Quién sabe?
Estamos a sólo unas semanas del inicio de la Bacanal. ¿Hasta ahora qué grupos han confirmado su asistencia?
Durante la pasada edición contamos con la presencia de 15 espectáculos cubanos y cuatro de otras partes del mundo, mientras otros se quedaban en el camino ante la falta de financiación para poder viajar a Cuba. Para esta, se han inscrito 14 grupos cubanos, entre ellos figura Teatro sobre el camino, Teatro Papalote, Teatro de Las Estaciones, Teatro Andante, Teatro 8, Proyecto La Chimenea, Neón Teatro, Mirón Cubano, la Compañía Teatral Océano, Tentempié, La Salamandra, el Guiñol de Remedios, quienes presentarán sus espectáculos en las salas. Por otra parte, Teatro La Proa e Hilos Mágicos participarán específicamente en el Cabaret. Esperamos contar con tres invitados de lujo: el virtuoso marionetista colombiano Ernesto Aronna, de la Fundación Aronna, y los excelentes grupos daneses Sophie Krog Company y Dansk Rakkerpak. Por segunda vez nos acompañará Bruno Leone y su Teatro delle Guaratelle con una nueva aventura de Pulcinella, ahora ligada a Don Quijote. Será la primera visita de una agrupación argentina, en esta ocasión Los ladrones de Quinoto quienes nos acompañan con un bello espectáculo. Los colegas argentinos cuentan con una gran fama teatral y ella se extiende al ámbito del teatro de figuras.
Debo decir que otros colegas cubanos no han tenido tiempo, esta vez, de terminar sus espectáculos o de afinarlos en el tono necesario, lo cual habla muy bien del respeto por el evento; y agrupaciones extranjeras se han vuelto a quedar fuera por falta del financiamiento imprescindible para viajar a la isla.
Tendremos dos momentos especiales en el evento: se trata de dos charlas con demostraciones. Una estará a cargo de Sofie Krog, quien nos develará los misterios de su sorprendente espectáculo La Diva, luego de su primera función en Cuba. La segunda nos la brindará el amigo y maestro Luis Zornoza Boy, de España, quien nos acompañara como único artista extranjero durante la Primera Bacanal. Ellos dos son grandes figuras mundiales en el arte de la figura animada.
Me gustaría añadir algo. Se trata de agradecer. Agradecerte a ti estas preguntas inteligentes que nos colocan en la posición de hacer balance y asomarnos a nuevos retos. Agradecer a los colegas con quienes tengo la fortuna inmensa de compartir los sueños, alegrías y trajines del equipo gestor de la Bacanal, donde a veces se libera mucha adrenalina. Agradecer a todas las instituciones y a todas las personas que se involucran y ayudan. Agradecer a los colegas que han dicho “sí” a la Bacanal, tanto dentro de la isla como fuera de ella, porque gracias a todos ellos la Bacanal existe y crece.