Por Lázaro Benítez Díaz
La creación coreográfica, tema recurrente en los últimos tiempos en encuentros y festivales de danza, tiene en Liliam Padrón un refugio que se ha hecho seguro sobre todo, a través el Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación DANZANDOS.
Padrón, directora de la compañía Danza Espiral de Matanzas, es una mujer de un espíritu infatigable y de una gran sensibilidad. Su apego a la danza y sus experiencias la han llevado a organizar este concurso, que a través de los años se ha convertido en una plataforma visible a la creación coreográfica. Sobre este y otros temas conversamos con la principal organizadora de esta fiesta de los dúos.
¿Desde cuándo organizas el DANZANDOS?
Lo organizo desde 1994 de forma bienal, con el nombre de Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación DANZANDOS.
Algunas compañías trabajan para concursos y esas piezas quedan luego en su repertorio o no ¿Cuál fue la motivación para crear el concurso con la idea de dúos en la danza?
Es necesario saber que al ser Espiral un grupo pequeño siempre he trabajado los solos y dúos, esa fue la motivación para convocar al concurso porque en 1994 no era posible convocar a más de dos personas y ahora también resulta difícil.
Muchas de las obras participantes y premiadas se mantienen dentro del repertorio de las agrupaciones y participan en otros eventos a partir del premio, en varias oportunidades fueron al Festival Mundial de Solos y Duetos en Venezuela y en la Bienal del Caribe. Personalmente he creado varias obras para este concurso que se mantienen en el repertorio de la compañía.
¿Cree que la cantidad de eventos y concursos que se desarrollan en nuestro país son suficientes?
Resulta imposible valorar si los eventos que existen son los necesarios a partir de un criterio abstracto, más bien surreal que sería: “¿qué es lo necesario donde no hay necesidad de nada?”. En realidad están en Matanzas, los que quieren estar… los que hay, porque hay gente que quiere seguir insistiendo en mostrar sus obras.
¿Cree que los concursos son el impulso a la creación coreográfica?
El creador hace su obra por una necesidad espiritual, conceptual; por puro liberalismo. Ahora, la posibilidad de promover la creación sobre todo en los más jóvenes a partir de un concurso me parece válida, bajo las circunstancias actuales, esto es muy válido.
¿Cómo ha crecido el DANZANDOS estos años?
Tenemos experiencias sobre la calidad, que es media en muchas de las obras en concurso, por supuesto hay muchas que no la tienen. Podríamos convocar y seleccionar a partir de videos pero eso resulta muy difícil en nuestro país.
Convocar con antelación tiene sus ventajas pero somos muy finalistas para trabajar con tiempo, a parte de la falta de talento. En los concursos se hace evidente que muchas obras son trabajos de última hora, que la falta de talento no perdona.
Este año para el DANZANDOS hemos puesto un pie forzado a ver si no se grita por gusto y se tiran zapatos y cuantos elementos existan en la escena. La convocatoria del 12vo Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación DANZANDOS, que reza: “La danza como universo, progreso y democracia”. ¿Tú crees que haga pensar a la gente o será peor el remedio que la enfermedad?
A unos días del comienzo del DANZANDOS esta interrogante sigue abierta y espera por las creaciones de los nuevos coreógrafos cubanos, que se alistan para mostrar en la Ciudad de los Puentes sus propuestas e inquietudes.