La obra del dramaturgo cubano Amado del Pino se presenta los domingos a las 5:00 pm, en la Raquel Revuelta ubicada en Línea y A, en el Vedado
El Centro Cultural Raquel Revuelta retoma su ciclo de temporadas como ha sido habitual en este espacio del Vedado habanero desde mayo de 2012 cuando fue inaugurado. Han sido los contratiempos ya conocidos de estas circunstancias en las que vivimos y tratamos de seguir adelante, problemas técnicos, problemas constructivos y para colmo la rotura del aire acondicionado central, lo que ha retrasado el amplio plan de funciones que teníamos preparadas para este 2023 en las tres salas del complejo cultural; Osvaldo Dragún, Sala Estudio y Raquel Revuelta.
Resueltos algunos contratiempos, aunque aún sin aire acondicionado en la sala principal, la decisión ha sido iniciar la programación con ventiladores, pues el público merece una nueva opción y la obra a estrenar, El zapato sucio de Amado del Pino, necesitaba su contacto con los espectadores.
Recordemos que El zapato sucio fue el premio de dramaturgia Virgilio Piñera 2002. Su estreno se realizó en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba y posteriormente se mantuvo en cartelera en la sala El Sótano y la LLauradó. Contó en aquel momento, con las actuaciones de Héctor Echemendía y Gilberto Subiaurt, la música del Sergio Vitier y la dirección de Julio César Ramírez.
Con posterioridad fueron varios los intentos de retomar la obra de Amado, pero los compromisos de trabajo de sus actores no siempre permitieron el proceso y es en los primeros meses de 2023 cuando Teatro D’Dos decide volver sobre el texto, aunque no fuera exactamente aquella puesta emblemática.
Es cierto que hay mucho de aquella primera puesta en escena, sobre todo el planteamiento espacial, pero el espectador de hoy, recibe otra puesta en escena 21 años después, otra es la dinámica y otros también son sus actores. Este montaje está concebido como teatro arena, pues se hace sobre el escenario de la sala Raquel Revuelta, respondiendo en primer lugar a la cercanía necesaria, a la relación actor-espectador como es natural en Teatro D’Dos, y al calor, conceptual y literalmente calor, necesarios entre actor y espectador.
Sobre la obra dijo Amado en su momento:
“El zapato… es una obra muy personal, bastante generacional, que se cuestionaba una imagen idílica y triunfalista de la ruralidad cubana. (…) Había escasos pero valiosos antecedentes en cuanto al abordaje de lo campesino en nuestra dramaturgia. Siempre me interesó mucho, sobre todo por su estructura y la rica teatralidad, La vitrina, de Albio Paz, y Los hijos, de Lázaro Rodríguez, que se asomaba a las aristas conflictivas del campo cubano contemporáneo. Y luego está una obra maestra como Morir del cuento, del ya clásico Abelardo Estorino. Aunque el tema es muy distinto al de El zapato… está la apropiación poética de lo rural de una manera virtuosa”.
Fueron días de intenso trabajo para lograr este nuevo estreno de El zapato sucio, sobre todo porque el Grupo Teatro D’Dos está enfrascado en el montaje de El conde Alarcos, de José Jacinto Milanés, y la reposición de El deseo Macbeth, de Agnieska Hernández Días.
Por otra parte, un equipo trabaja en la fundamentación y escritura de un nuevo texto de Yerandy Fleites para el grupo. Así, bajo el curso intrincado de todos estos caminos, estrenamos El zapato sucio y estaremos en la sala Raquel Revuelta de línea y B hasta septiembre. Siempre los domingos a las cinco de la tarde.
Redacción Teatro D’Dos