Por María Elena Bayón Mayor
El estreno del documental Retablo de sol y luna, escrito y dirigido por Isabel Cristina López Hamze y Jorge Ricardo, en la sala Pepe Camejo, abrió el telón audiovisual a un mundo de amor y fantasía, creado entre títeres, actores y artistas, misión distintiva de Teatro de las Estaciones.
La motivación, a la hora de realizar una segunda propuesta más contemporánea, fue el aniversario 30 de la agrupación, según confesara el Premio Nacional de Teatro, Rubén Darío Salazar Taquechel y resultó una muestra de la “huella palpitante” de Estaciones.
Al documental Retablo de sol y luna lo adorna su visión post-vanguardista de la historia de este maravilloso colectivo, donde sobresale la concepción subjetiva, en el desglose del acontecer intimista de cada integrante y el empleo de los adelantos técnicos en la edición.
En su contenido se aprecia la evolución de Estaciones, dentro de su emblemático sello estético, la interiorización del montaje de cada pieza, incorporación de nuevas figuras y la inserción de las artes en su conjunto; música, canto, danza, con destaque merecido al trabajo del diseñador Zenén Calero, Premio Nacional de Teatro, y su equipo artístico. Asimismo, son importantes los criterios de dramaturgos, críticos y personalidades del universo escénico, insertos en el material..
En palabras al auditorio, la directora López Hamze expresó:
Durante el proceso creativo, pensamos muy bien qué fragmento de obras íbamos a poner, en qué momento, qué música lo acompañaba, el orden de los entrevistados, en función de valorar su pensamiento personal, motivaciones, en una labor compleja. En verdad, nos sentimos satisfechos con el efecto creado.Fue un trabajo en equipo, que demandó de figuras del cine, pero sobre todo, de los teatristas, cuyo apoyo fue incondicional y desinteresado, en ese común sentir de trabajar a bomba y corazón, con pleno amor, para sacar adelante lo verdaderamente valioso de este acontecimiento.
En el acto, se presentó, en homenaje retro, el primer documental dedicado a la agrupación, titulado Teatro de Las Estaciones: imágenes de una década, de la periodista Ana Valdés Portillo, producido en 2004. Con la técnica visual de esa época y portador de una conveniente estructura dramática e informativa unida al eficaz uso de la infografía, la obra permite apropiarse de las emociones emergidas durante esos años iniciales y, a la vez, patentizar el avance profesional del repertorio exhibido.
Resalta, además, por su elevado valor patrimonial, cuando incorpora el testimonio de los fundadores y de personalidades como Dora Alonso, Carucha Camejo y Luz Marina Zambrano, más otros que empinaron el vuelo hacia nuevos proyectos.
Dos testimonios epocales del actuar ingenioso de Teatro de Las Estaciones, que enriquece la historia de esa agrupación insigne de la cultural nacional.
Foto y texto tomados del perfil de Facebook de la autora
