Por Jorge Alberto Piñero (JAPE)
Continúan las festivas tardes y noches del Aquelarre 2023 en los diferentes espacios designados al evento. Para quienes estaban predispuestos y escépticos sobre la buena fortuna del encuentro nacional de los humoristas cubanos, la presencia de muy buen humor, y diversidad en las propuestas hasta ahora acontecidas, ha sido una mordaza a sus mal intencionadas predicciones.
Aquelarre, sigue su camino, luego de cerrar su reconocido evento teórico ¿Piensas ya en el humor? con excelentes resultados, y considerable asistencia de especialistas, creadores, estudiosos y fieles amigos del género.
Con no pocas barreras, pero sí con mucho apoyo del público que ha colmado las salas, esta cita magna de los humoristas cubanos sirve de termómetro para reconsiderar la idea de cómo está la salud de nuestro humor y todos sus exponentes.
Sé que aún es temprano para cantar victoria, pero me siento animado con lo que hasta ahora he visto. Una joven periodista me preguntó cuál era mi valoración de lo que estaba ocurriendo en esta cita y lo vivido en convocatorias anteriores en la fiesta de brujas y sin pensarlo dos veces respondí: Nada es más dañino que las comparaciones y sacar de contexto cada situación, por desconocimiento o conveniencia. Incluso en la llamada época de oro del humor en los años ochenta y noventa del pasado siglo, puedo afirmar que había buen humor, pero también lo había de pésima factura, como en todos los tiempos y todas las artes.
El humor que vemos en la actualidad, ese que funde viejos proyectos con nuevas propuestas, tiene luces y sombras, pero lo más importante es que existe, y tiene a la vanguardia, cual locomotora que lo impulsa, una joven oleada con novedoso lenguaje, visiones diferentes, que responden al tiempo y la sociedad que los rodea.
En una presentación de lujo, la pasada noche de martes en la sala Covarrubias, disfrutamos del regreso de una de las vertientes del humor que más disfruta el público cubano: la música. En apretada competencia varios exponentes proponen parodias, canciones originales y múltiples formas de entrelazar el pentagrama musical con la risa.
El legendario grupo Pagola la Paga, con repertorio renovado, hizo gala de sus acostumbradas parodias, mientras que el joven Visty Cárdenas, demostró verdadero dominio de la escena y el público, con una rutina musical sencilla pero genial, de laboriosa realización y divertido intercambio con el público, algo que hay que cuidar porque abundan creadores que se extralimitan e incluso agreden al respetable, en fallida e irrespetuosa interrelación.
La música, la parodia, la magia y otras variantes también hacen su presencia en esta cita donde el humor es el protagonista y continúa con muchas sorpresas agradables.
Considero al jurado escénico, compuesto por reconocidas figuras del teatro y la actuación que tendrá difícil tarea a la hora de elegir lo mejor. Usted, no deje de visitarnos que Cubaescena siempre le mantendrá informado de cuanto acontezca en la vigésimo séptima reunión del humor nacional cubano.
Fotos: Cortesía del autor
