Por Rubén Ricardo Infante
Cada año se suman nuevas voces al concierto literario cubano gracias a los libros merecedores del Premio Calendario, concedidos por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Casa Editora Abril. Son voces muy jóvenes, en algunos casos es su primer libro, lo que le otorga más valor a este concurso.
El teatro es uno de los géneros que se convoca en este certamen y ha permitido la publicación de obras de autores noveles y la socialización de las mismas en vista a su representación por los colectivos teatrales cubanos y extranjeros.
Este año asistí a la ceremonia de entrega del Calendario con el objetivo de obtener el título de una amiga: el cuaderno Líneas del tiempo de la poetisa Elizabeth Reinosa. Pero, enfrentado al resto de los volúmenes, no resistí la tentación de traerme a casa el juego con los títulos acreedores del premio.
Fue así que llegué hasta Eau de toilette (Ediciones Abril, 2020) del autor Iran Capote. No tenía referencia del autor o del libro, pero inicié la lectura y en sus páginas encontré guiños y lecturas cruzadas con otros personajes y autores.
¿Una suerte de homenaje?
No lo sé, quizás podría decírmelo Capote, aunque creo que no hace falta, la obra está ahí y posee la capacidad para erigirse como pieza, al mismo tiempo que guarda estrecha relación con otros títulos.
Con un jurado integrado por el profesor y crítico Jaime Gómez Triana y los dramaturgos Yerandy Fleites y María Laura Germán, Eau de toilette supo ganarse su voto mediante la articulación entre el pasado reciente y la narrativa social de una generación. La manera en que la obra logra retratar esos conflictos es otro de los argumentos válidos para su promoción.
Con solo tres personajes principales, junto a un cuarto y misterioso que aparece, se compone esta obra que a través de sus doce escenas logra exponernos un retrato de sus vida, al tiempo que caracteriza una época donde la mentira, la traición y otros, mellaron las supuestas amistades y se colocaron como fronteras de un contexto.
Los dramas y situaciones que transitan los personajes son propios de un intento por salirse de la norma, por transgredir los límites de un espacio físico-temporal marcado por la incomprensión, la persecución y la idea del hombre nuevo como planteamiento social de un futuro inmediato, principal sueño incumplido por los miembros de esta generación.
La obra logra captar estos dramas y los hace parte de sus dinámicas personales, sociales y amistosas, hasta componer un recuadro donde se insertan hechos y problemáticas de otra índole.
Sobre el libro escribe Roberto Viña: “La pieza dramática con la que Iran Capote da el salto a nuestra periferia literaria procede del riesgo y la entrega rabiosa. Desde un baño público emerge el rancio aroma de mofeta que se respira en esta obra. Un aroma que se enmascara con capas de aromatizante “pinolor”, tufo disfrazado de próspero negocio para evadir, por igual, culpas y venganzas”.
Capote es Licenciado en Dramaturgia por la Universidad de las Artes y director artístico en Teatro Rumbo. Su obra El casting está incluida en la antología de teatro pinareño Tras la cortina, publicada por Ediciones Loynaz.
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