Esa iniciativa también formó parte de las festividades por los 20 años de creada la Brigada José Martí, que se celebra el próximo 20 de octubre
Por Yelaine Martínez Herrera
Héctor Luis Bolmey Ochoa es presidente de la brigada de instructores de arte José Martí (BJM) en la provincia de Las Tunas, pero de vez en cuando se pone una nariz roja y junto con algunos colegas visita centros vulnerables de la provincia. El joven, instructor de teatro de profesión, ha descubierto en esa labor otra manera de ser útil y honrar al Apóstol, pues ya dijo él: «La mejor forma de decir es hacer».
Por esos caminos, llegó recientemente al hospital pediátrico Mártires de Las Tunas, como parte de los festejos por el aniversario 64 de esa institución. Así, pudo recorrer –junto a Yeisy Pérez Agüero- salas donde se encuentran hospitalizados niños que no pueden desplazarse o tienen enfermedades crónicas, llevándole alegría, despertando sonrisas y esperanzas.
Hace seis años, a partir de una visita realizada al Balcón de Oriente por el Grupo de Payasas y Payasos Terapéuticos de Cuba, que radica en La Habana, él y otros interesados recibieron un taller sobre la labor, con sede en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, en Camagüey.
«Desde entonces, siempre que somos convocados, vamos hacia instituciones de nuestra provincia, con énfasis en aquellas donde hay seres vulnerables. Queremos sumar a más artistas y realizar las visitas mucho más frecuentes. Es otra manera de aportar desde el arte a la sociedad, de sembrar empatía y amor», destacó.
En la reciente experiencia, les acompañaron trovadores, otros miembros de la BJM y emprendimientos del territorio, quienes donaron juguetes a los infantes, nombres al estilo de BaicArt, Helados Edén, Pixelarte, Real Navarro, Kami&Sofi y la tienda Regalarte. Así, ofrecieron origamis y diferentes manualidades.
«Fue algo muy bonito y sensible. A veces las palabras sobran, pues el gesto habla por sí solo. Además, los pacientes lo agradecen muchísimo. Simplemente estar y escucharlos crea la magia», agregó.
Esa iniciativa también formó parte de las festividades por los 20 años de creada la BJM, que se celebra el próximo 20 de octubre. Intervenciones comunitarias, matutinos especiales, recorridos a zonas costeras y presentaciones en diversas instituciones, componen su agenda.
Sin embargo, dentro del quehacer aquí de la organización creada por Fidel, ocupa un lugar especial la atención a programas priorizados que abarcan hogares maternos y de ancianos, centros asistenciales y casas de niños sin amparo filial. Por estos días, incluso, han llegado hasta al hospital psiquiátrico Clodomira Acosta, de la ciudad cabecera, con propuestas semejantes. Se trata de una hermosa y humana faena, digna de multiplicarse. José Martí, cuyo nombre lleva la brigada de instructores de arte, estaría orgulloso.
La labor desempeñada en Cuba por payasos terapéuticos ha demostrado influir positivamente en la sanación de las personas o, al menos, mejorar su estado anímico y calidad de vida. Varios talleres de formación han fomentado a lo largo de la Isla esta práctica, que vincula la salud y el arte, conmovedora simbiosis en pos del mejoramiento humano.
Fotos Cortesía de la BJM