Por Liset Prego Díaz
Como un homenaje a Lalita Curbelo, se estrena en Holguín la pieza de teatro documental Otra vez la casa, de la autoría de María Victoria Guerra, teatróloga; Nathaly Polo y Darlin Morales, estudiantes de Dramaturgia de la Universidad de las Artes.
Una pieza raigal, de la casa para la casa y realizable solo en su interior resulta la que proponen las jóvenes autoras quienes se asumen como peformers de esta obra que intenta convertir sus cuerpos en archivos latentes, y que, tras indagar por dos meses en la vida, creación, objetos personales, documentos y residencia de Lalita, devuelven textos propios basados en la entrañable poeta, educadora y revolucionaria holguinera.
Los distintos momentos de la puesta se presentan a partir de tres dispositivos que se ubican en habitaciones del inmueble. Sustentada en los paradigmas del teatro documental, en Otra vez la casa se examina la historia desde una perspectiva política, sin embargo, se emplean aquí los resortes emotivos de la poesía mezclados con el realismo propio de este género y otorgado por el espacio, diseño de luces, la intimidad de las puertas y ventanas cerradas, la casa como un vientre fecundo que gesta la memoria.
La pieza es un claro ejemplo de apropiación de la expresión estética de la realidad. Un texto en el que la subjetividad de las autoras se entronca con la de su objeto de investigación y se expresa luego en este resultado en el que recrean las vivencias de Lalita, su tiempo y espacio, permeados de las circunstancias propias de las dramaturgas.
Aunque este género tiene sus orígenes en los años 60 del siglo pasado, según María Victoria Guerra, no existen referentes de que se haya realizado algo similar en la ciudad.
La interacción con el público y la construcción colectiva de la obra a partir de las aportaciones de este en acciones clave, el movimiento por los distintos dispositivos, la singularidad de cada presentación en dependencia de los asistentes y el aparente anacronismo entre la casa y sus muebles así como la modernidad que aportan algunos objetos traídos por las autoras para la escenificación, constituyen expresión del diálogo entre el legado y el descubrimiento, el pretérito y su interpretación bajo el prisma del hoy, son la danza armónica del pasado y el presente concatenándose.
Este es en definitiva un encomiable proyecto que aún tiene mucho por mostrar al público holguinero.
Fotos de Carlos Rafael
Tomado del periódico digital Ahora