Por Enrique Río Prado
El tenor Armando Pico, figura estelar del Teatro Lírico Nacional de Cuba, falleció el viernes 11 de mayo a la edad de 85 años, en los Estados Unidos. Había nacido en La Habana, el 17 de julio de 1933. En su juventud estudió canto con el tenor José Ojeda mientras trabajaba en oficinas de la administración pública. Hacia 1952 debutó como aficionado en la Agrupación Artística Gallega y algo después interpretó el Niño Alberto en una puesta de El Cafetal, de Lecuona, dirigida por Pedrito Fernández en el Teatro de la Escuela Normal de Maestros de La Habana. Su debut profesional tiene lugar en el teatro Martí, con la compañía de zarzuelas españolas Aguilá-Martelo, en 1958. También desde ese año interviene en numerosas puestas televisivas de arte lírico. Fue fundador del Teatro Lírico Nacional de Cuba en 1962 y participó en la inauguración del grupo con Luisa Fernanda, título que alcanzó más de 150 representaciones en la gloriosa temporada inicial. Su amplio repertorio abarca zarzuelas españolas y cubanas, operetas y óperas. Entre los títulos más significativos se destacan además de los citados, Los gavilanes, La verbena de la Paloma, La del soto del parral, La leyenda del beso, Bohemios, Cecilia Valdés, María la O, Amalia Batista, La casita criolla, La viuda alegre, El conde de Luxemburgo, La princesa de las czardas, La traviata, Tosca, Madama Butterfly, Don Pasquale y La esclava.
En la década de 1980 se estableció en los Estados Unidos e intervino en varias puestas de la Sociedad Pro Arte GRATELI, junto a Marta Pérez y Blanca Varela, con quienes protagonizó los emblemáticos títulos de Cecilia Valdés y La viuda alegre.
Su recuerdo permanecerá siempre en la memoria de su público ligado a los personajes que interpretara con singular maestría junto a Rosita Fornés —el Conde Danilo (La Viuda alegre) o Javier Moreno (Luisa Fernanda)—, así como su caracterización de Leonardo de Gamboa, junto a las más importantes Cecilias de su época — Blanca Varela, Gladys Puig, Ana Julia, Alina Sánchez, Esther Valdés— o su Alfredo Germont de La traviata, junto a Ana Menéndez y María Remolá.
Imagen. Junto a Rosita Fornés en La viuda alegre. Foto de E. Río Prado