Como preámbulo del venidero 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana, que tendrá lugar en octubre y noviembre próximos, se presentó en función única este sábado 20 de agosto figuras muy destacadas de la escena internacional.
El pasado martes 16 de agosto salieron a la venta las entradas asignadas para el espectáculo. Como muchas veces suele pasar, la alta demanda de los públicos rebasa las capacidades reales de la sala. Recordemos que las funciones del Ballet Nacional de Cuba en la sala García Lorca generan gran interés en el público cubano. La educación y conocimiento que tiene sobre el ballet la población del país y el precio asequible de las entradas hacen que la disponibilidad de las mismas se agote en poco tiempo. En consecuencia, para asegurar un acceso más equitativo a la sala, la administración del Teatro tomó la medida de vender solo dos localidades por persona.
Para la ocasión, como parte de la voluntad de garantizar el mayor acceso posible a presentaciones de gran nivel, una pantalla gigante ubicada en las calles laterales al teatro, posibilitó que otros espectadores vieran sentados al espectáculo. Por su parte, los productores de la Gala liberaron los derechos de imagen para que el programa Bravo de la Televisión Cubana trasmita más adelante la presentación.
El Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso después de su remodelación tiene una capacidad total de 1100 asientos. Para la función única de la Gala del Ballet Royalty, la distribución de las mismas fue la siguiente:
– 693 localidades para la venta al público en CUP que incluyó instituciones y personalidades de la cultura cubana (63 % de la capacidad de la sala)
– 85 localidades para la venta en CUC (7 % de la capacidad de la sala)
– 330 invitaciones (30 % de la capacidad de la sala -150 para la compañía invitada, cuarenta para la prensa y la crítica especializada, así como 110 capacidades para estudiantes, profesores de las escuelas de artes, profesionales de la danza y otros invitados del Consejo Nacional de las Artes Escénicas)
Lamentamos que un trabajo publicado en la prensa digital cubana tomara como fuentes, sin verificar previamente con las autoridades del teatro, comentarios de personas al calor de la discusión en una fila, cuando ya las entradas se habían agotado, y generara apreciaciones que atentan contra el prestigio y sostenido trabajo de la institución.
Nos unimos a la condena contra quien o quienes, bajo un cobarde anonimato, ofendieron, con un insidioso comentario en internet, a la periodista autora del referido artículo.
DIRECCIÓN
Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso