Nicolás Dorr: hasta la eternidad

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El teatro cubano esparció hoy las cenizas de uno de sus hijos: Nicolás Dorr. Hasta la Playa Santa Fe, lugar donde transcurrió la infancia del Premio Nacional de Teatro 2014, llegaron familiares y amigos para acompañar hasta su última morada al autor de Las Pericas, clásico de la escena cubana y latinoamericana que lo rondará por siempre.

El preámbulo de la despedida al “genio precoz del teatro cubano” y merecedor de la Orden por la Cultura Nacional, aconteció esta mañana de jueves en el lobby del Teatro Mella, espacio donde se congregaron familiares, amigos, personalidades de la Cultura Cubana, premios nacionales de teatro, actores y directivos del Consejo Nacional de Artes Escénicas, para decirle Hasta luego Nicolás.

Entre lágrimas, agradecimientos y anécdotas, los presentes evocaron la extensa vida y prolífera obra del autor de memorables puestas como La Chacota, La esquina de los concejales, Una casa colonial, Confesión en el Barrio Chino, por solo citar, en las que defendió en su rol de director compremitido “las comas, los puntos, todas las intenciones de su obra; cada una un parto, cada una un hijo.”

     Personalidades de la Cultura Cubana asistieron al Teatro Mella

En las palabras de despedida, otra figura imprescindible de la escena contemporánea, el dramaturgo, investigador y director teatral, Gerardo Fulleda León, quien recibiera junto a este el Premio Nacional de Teatro en 2014, lo catalogó de “creador, que con su genio, armado con un caudal de humanidad, nos entregó su visión personal del mundo que nos rodea”.

El 18 de diciembre de este año falleció el autor de comedias, el novelista, el profesor del teatro en la Universidad de las Artes (ISA), el amigo, el que nunca se envaneció con el aplauso de un público que le fue fiel siempre, el irreverente, el eterno joven, el acuariano, Nicolás Dorr, el perfeccionista.

Texto y fotos de Rasiel Sayú Font