Monólogos y dúos a todo Mejunje

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Por Frank Padrón

Villa Clara- El Mejunje Teatral sigue atrayendo un diverso público que desde las mañanas hasta tarde en la noche continúa llenando las sedes del evento.

En la programación descuellan parejas de actores que generalmente defienden con autenticidad y convicción textos bien complejos, como es el caso de Luna de todos, por Teatro de la Totalidad (Guantánamo), bajo la dirección de Geordanys Carcasas, escrito con vuelo y profundidad por el cienfueguero Ricardo Muñoz en torno a las ausencias, los exilios, la soledad (a veces acompañada), el amor y la muerte, que devienen puesta sólida y minimalista, sostenida brillantemente por el dueto autoral.

En esta oportunidad visitamos la sede de la compañía villaclareña Teatro sobre el Camino, de cuyo repertorio hemos dado fe en estas páginas. Ubicada en El Condado, barrio alejado del centro y ahora subsede de puestas en escena del Mejunje Teatral, lo que indica un creciente interés de la comunidad vecinal en el arte de Tespis, sobre todo por el público infantil.

Algo semejante a lo que ocurre con Luna de todos, respecto a la cohesionada integración actores-puesta, ocurre en Retrato de un hombre desnudo, de Yunior García, por Teatro del Caballero que comanda José Antonio Alonso. Sutil texto metateatral sobre el carácter lúdico de la manifestación artística, las fantasías que alimentan la realidad, los abismos etários y el deterioro que implica el paso del tiempo, disfrutamos de un montaje lleno de rupturas y giros que aportan dinamismo y fluidez al discurso, también apuntalado por los matizados desempeños de los actores.

Idania García y Nelson Águila, del grupo El Mejunje, vuelven a reunirse (tras la excelente intervención en Perico y yo), en sendos monólogos unidos dentro del título Que me quiten lo bailao, dirigido por Ramón Silveiro.

Pero como mismo ella aparece en tanto contrafigura en el casi unipersonal de su colega, creo debe integrarse un poco más él al de ella -que le sigue-, pues ganaría cohesión dramatúrgica. De todos modos, la nada corta tesitura interpretativa y la amplia vis cómica de ambos torna delicioso el trayecto.

El dúo que se hace llamar «Juglaricuenteros» de Teatro Dador (Santi Espíritus), bajo la dirección del también versátil actor Fernando Miguel Gómez, llevó al Guiñol otra versión moderna y contextualizada del clásico La cucarachita Martina, donde al Ingenioso uso de máscaras, vestuario y pocos, pero eficaces recursos escenográficos, se unen la gracia y destreza histriónica de los jóvenes actores.

El unipersonal no ha estado ausente de esta edición del Mejunje Teatral: el local Teatro de la Rosa, que dirige Roxana Pineda, tras abrir el evento con Hojas de papel volando (en torno a las desgarraduras de la nostalgia, el no-retorno, la erosión existencial), por la propia directora en despliegue de su virtuosismo y polifacética proyección escénica, ofreció otro texto de la propia Roxana, Aquiles frente al espejo, donde resemantiza el mito del guerrero griego para volver a discursar desde su perspectiva sobre el auto examen y la condición humana, desdramatizando el concepto de héroe y focalizando el amor despojado de romanticismo.

Echando mano a tan sencillos como eficaces recursos escénicos, Pineda Labairo saca partido al competente actor Dorian Díaz de Villegas, quien nos acercó un personaje enriquecido y que trasciende la leyenda.

Nuevos monólogos, dúos y elencos mucho más amplios de todo el país nos esperan aun en las restantes jornadas del Mejunje Teatral. Ya hablaremos.

En portada: Luna de lobos, Teatro La Totalidad  de Guantánamo.