Este lunes primero de junio, las redes sociales se hicieron eco de una triste noticia: Miriam Lezcano, la directora teatral cubana, falleció en los Estados Unidos, a los 77 años. Numerosos fueron los mensajes que aparecieron en las diferentes plataformas digitales para rendir homenaje a una figura que fue clave en una etapa importante del desarrollo del teatro cubano.
Raúl Martín, director de Teatro de la Luna, fue uno de los primeros en manifestar el alcance que tuvo Miriam para la escena de nuestro país, y en su muro de Facebook publicó:
“Significó mucho para muchos en este mundo del teatro. El binomio con Alberto Pedro se volvió uno de los más creativos de nuestra escena. Directora y profesora, en sus puestas sabía llevar a los actores a estar totalmente convincentes. Su sabiduría la armaba de un humor irónico y sarcástico inolvidable. A nosotros nos regaló mucha información valiosa para nuestra versión de Delirio habanero. Aquí estaba, haciéndolo, en los inicios del 2006 ¡Luz eterna para Miriam Lezcano!”
Y al mismo tiempo, Bárbara Domínguez, asesora de Teatro de la Luna escribió: “La talentosa artista Miriam Lezcano ya hoy es ciudadana de los vientos. ¡Luz amiga! ¡Te extrañaremos siempre!”.
De izquierda a derecha: Bárbara Domínguez, Miriam Lezcano y Raúl Martín.
El actor Héctor Noas expresó sobre Miriam: “Mujer inteligente y creativa. Hizo muchas cosas buenas por el teatro cubano”.
Mientras que José Milián, director de Pequeño Teatro de La Habana y Premio Nacional de Teatro, escribió estas sentidas palabras en su perfil de Facebook:
“Te recuerdo Miriam Lezcano. Toda la euforia que se multiplica, toda la energía que explota en la creación, toda la belleza creada una y otra vez y de pronto… así de sencillo se desvanece… en silencio…y esos aplausos atrapados en el eco que se van contigo… en silencio… en silencio”.
Miriam Lrezcano nació en Camagüey en 1943. Se graduó de Actuación en la Escuela Nacional de Arte en 1968. Preocupada siempre por su crecimiento como artista realizó la Licenciatura en Historia, en la Universidad de La Habana, y estudió dirección teatral en el Instituto anexo al Teatro de Arte de Moscú, entre 1975 y 1979, donde recibió el título de Máster en Dirección Teatral.
Fue, además, Profesora Titular Adjunta de la Universidad de las Artes (ISA), donde impartió clases de actuación; de 2001 a 2005 impartió el Taller de Dirección de Actores, en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de Los Baños.
Miriam Lezcano fue integrante del Teatro Político Bertolt Brecht, el cual dirigió entre 1981 y 1987. Con este grupo dirigió varios títulos importantes para luego fundar Teatro Mío de La Habana, junto al importante dramaturgo cubano, Alberto Pedro, con quien compartió la vida y el teatro.
Con Teatro Mío llevó a escena un extenso repertorio que visibilizó asuntos polémicos de la sociedad cubana. Entre los títulos más notorios se destacan Weekend en Bahía (1987) y Manteca (1993), ambos Premios Villanueva de la Crítica especializada cubana.
Su trabajo en Estados Unidos destaca por las puestas en escena de obras como Una mujer sola, de Darío Fo; El banquete infinito, de Alberto Pedro, y la lectura dramatizada de Electra Garrigó, de Virgilio Piñera.
Miriam Lezcano constituyó un eslabón clave entre generaciones de la escena cubana. Con su desaparición física, el teatro cubano pierde a una protagonista, de una etapa trascendental para su desarrollo.
Foto de portada: Miriam Lezcano vista por Pepe Murrieta