Mil gracias por el hacer…

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Entrevista con Rey Tejadilla, fundador del Centro de Jóvenes de San Francisco de Paula, ha trabajado en el Centro de Estudios Sobre la Juventud, en el Conjunto Artístico Comunitario Korimakao y otras instituciones pertenecientes al Sistema de Casas de Cultura

Por Yoamaris Neptuno Domínguez

En la búsqueda de historias por socializar de jóvenes en los cuales he podido reconocer un cambio a partir de la inserción en los talleres y acciones de Juntarte; me encuentro la de Rey Tejadilla. Me dispongo a contarla después de una larga conversación que comenzó con las preguntas de mi interlocutor:

“¿Y esto ahora? ¿Ya me voy a morir o algo?”

Exponiéndome a sorprenderme por lo que pueda descubrir después de ese trágico comienzo (propio de su personalidad), bajo tensiones, comienzo el diálogo.

La fase formativa del Proyecto Juntarte se planteó como metas: desarrollar habilidades para diseñar y gestionar proyectos culturales, inclusivos y sostenibles en el sector de las artes escénicas, que contribuyan al desarrollo local y / o comunitario y a la igualdad social. En ese sentido se planificaron un grupo de acciones que respondieran a los objetivos planteados cuyas evidencias  se han ido mostrando a lo largo del proceso.

Estoy ante uno de los jóvenes que se considera beneficiario de los resultados emanados de Juntarte. Integrante de la Articulación Juvenil (AJ) x la Equidad Social del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), conoció de la realización de los talleres y se interesó en los mismos para obtener herramientas que fortalecieran el trabajo que impulsa con la Sociedad Artística Juvenil de Interacción Escénica y Multimedia Naufragio Projekt.

Su formación artística y profesional como comunicador social, teatrista y gestor cultural le ha dado la posibilidad de mezclar teoría y práctica de manera procesual y orgánica. Ha dedicado su vida profesional a impulsar espacios participativos y arteducativos para Adolescencias y Juventudes. Fundador del Centro de Jóvenes de San Francisco de Paula (prisión de nuevo tipo), ha trabajado en el Centro de Estudios Sobre la Juventud, en el Conjunto Artístico Comunitario Korimakao y otras instituciones pertenecientes al Sistema de Casas de Cultura. Actualmente es especialista de Comunicación Cultural del Centro de Teatro de La Habana.

En mi labor como periodista intento hacer conexión con los propósitos de Juntarte y la persona que tengo delante.

Dejo que sea él quien escoja su presentación.

Soy negro, persona con discapacidad, vivo con VIH, homosexual y soy Queer[1]. Sí, no te asombres, ese es el término que quiero que se utilice y aunque no lo creas, eso lo aprendí con Juntarte, por los tantos listados que tuve que llenar (sonríe). No, te hablo en serio. Es para que veas que hasta el más mínimo detalle puede ayudarte. Cuando vi Queer por primera vez, corrí a Google y entendí que así me sentía identificado. Ni Lady Gaga me hace ná (vuelve a sonreír). Te lo digo por lo diverso, no por nada malo.

Quisiera socializar vivencias en las voces de los protagonistas del proceso. Considero que podrías aportar a esto…

Sí, creo que sí, pero tengo que partir de mi crecimiento personal, por eso me presentaba de esa manera. Crecimiento que no va muy distante del profesional así que no puedo separar uno del otro.

Siento que de alguna manera tengo responsabilidad con lo que hago en cuanto a permitirme hablar de la formación de públicos o receptores entrenados o activos; o sea personas que sean capaces no solo de apreciar; sino de interactuar con las diferentes formas de la creación artística para, desde esta perspectiva, ser ciudadanos más plenos, participativos y competentes para la crítica, la acción y el disfrute de la vida. Esto resulta complejo para reconocer la acción eficiente que pudiera resultar.

¿Y la investigación qué papel ha jugado en todo esto?

El paso obligatorio de la investigación te lleva a abrir tu mundo más allá de lo artístico y este proceso es un ejemplo claro. Ha sido vital el estar y ser parte de los encuentros de capacitación en todas sus tipologías y es algo que hay que reconocer. Muchas veces la manera de llevar, de transmitir conceptos, ideas, se basa en tecnicismos poco entendibles para personas que quizás tengan todo el interés pero que sencillamente no lo entienden.

En mi caso es digamos que ʺdobleʺ, porque debo entenderlo yo para luego hacerlo entender a auditorios diversos, como Naufragio; por ejemplo. Intentar provocar a los participantes para que con toda naturalidad lleguen a exponer sus experiencias y conocimientos sobre los temas propuestos, en aras de llegar a un entendimiento de los mismos.

Hemos compartido sus inquietudes al respecto, la necesidad de abordar y capacitarse para transversalizar el tema género desde sus perfiles profesionales y, por supuesto, agradeciendo el tener la posibilidad de seguir trabajando en el desmontaje de estereotipos que tienen que ver con machismo, hegemonía masculina, acoso y todo cuanto pueda aportar a la profundización de montajes escénicos, fruto de la grupalidad y la participación.

¿Cuál consideras que ha sido el mayor aporte de Juntarte para ti o para Naufragio?

Te repito que no lo puedo separar. Madurar una propuesta escénica desde temas ya tocados en montajes anteriores y lograr un acompañamiento institucional cómo pocas veces hemos tenido como agrupación joven y amateur; es para mí el principal aporte que ha dado Juntarte a Naufragio Projekt.

En medio de la crisis socioeconómica imperante, nos dio el propósito de seguir sirviendo a la otredad, a la alteridad, al respeto individual, social y ciudadano. Nos conectó con otros núcleos artísticos, académicos y culturales. Hoy podemos contar la presentación en espacios como el Complejo Cultural Bertolt Brecht, La Madriguera, el Centro Cultural Literario Habana, el Pabellón Cuba o la Fábrica de Arte Cubano; algo que inevitablemente legitima nuestro desarrollo creativo como parte de las acciones de visibilización que nos hemos propuesto.

Si Naufragio Projekt sobrevivió durante ese tiempo, lo hizo gracias al acompañamiento de la AJ de OAR, y las acciones en las cuales nos imbricaron. No vimos esto como una intervención pues se ha hecho desde la acción- participación, en cada una de las etapas de diferentes montajes y el desarrollo de LONTANANZA, el espectáculo resultante y procesual, ejemplo de esa inclusividad del Proyecto.

Me despido de Rey, este artista que me pide no deje de mencionar como efectos positivos el hecho de ver a la juventud como actores de cambio. Confiar en las juventudes y en sus lecturas de la realidad; así como aceptar sus propuestas es válido reconocerlo en procesos de este tipo y me propone que termine así:

Mil gracias por el hacer…

 

[1] “Queer” es una palabra que describe una identidad de género y sexual diferente a la heterosexual y cisgénero. Las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero pueden quizá identificarse con la palabra “queer”. Queer a veces se usa para expresar que la sexualidad y el género pueden ser complicadas, cambiar con el tiempo y no encajar del todo en una identidad u otra, por ejemplo: ser hombre o mujer, o ser gay o hetero.

Por su historia, la palabra “queer” puede tener un sentido negativo. Antes, “queer” se usaba (y a veces todavía) para despreciar y faltarle al respeto a las personas LGBTQ. Sin embargo, cada vez hay más y más personas que la usan con orgulloso para identificarse a sí mismas. Por eso, no llames “queer” a nadie a menos que sepas que la persona se siente bien al respecto. Lo mejor es preguntar qué etiqueta prefieren las personas.