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Más Allá De Una Señita

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Por JAPE

Una señita, un guiño, un homenaje…, como quieran llamarlo me parece bien. Es importante y hasta alentador saber que se tiene en cuenta reconocer a quienes (entre otros) fueron los pioneros del Movimiento de Jóvenes Humoristas en Cuba de los años ochenta, del pasado siglo.

De eso trató el espectáculo Dame una señita, que tuvo lugar en el Teatro Karl Marx el pasado fin de semana: Un merecido homenaje al archiconocido grupo La Seña del Humor, que mostró sus primeras credenciales en el año 1983, en la ciudad de Matanzas, en el semanario Yumurí, del diario provincial Girón, cuando comenzó a publicar una página de humor gráfico y literario llamada Tubería de media.

Bajo la dirección de Ricardo Isidrón, y con la actuación de un selecto elenco encabezado por Moisés Rodríguez y Adrián Morales (ex miembros del mencionado grupo), Lázaro Hernández, Jorge Bacallao, Yaimi Sala y una representación de la compañía Ópera de la Calle, pudimos disfrutar de la puesta de antológicos números de la otrora agrupación y algunas versiones al estilo de La Seña.

Los más veteranos recuerdan con mucho agrado este grupo cuyo trabajo e imagen se consolidó con doce miembros, la mayoría universitarios, de diversos perfiles profesionales. Entre 1984, cuando oficialmente se hacen conocer como La Seña del Humor, y hasta 2004, se presentó en los principales teatros de Cuba, en numerosas peñas universitarias, casas de cultura y otros espacios que incluyen la radio y televisión nacional.

La génesis de este espectáculo, Dame una señita, propuesto en la sala del teatro de los grandes acontecimientos, tuvo lugar en el pasado Aquelarre, cuando fueron homenajeados otros grupos que coincidieron en tiempo y espacio con La Seña, como Nos y otros y el Conjunto Nacional de Espectáculos, bajo la dirección de Alejandro García (Virulo).

Lamentablemente el cambio de horario en la programación del teatro, los problemas del transporte ya conocidos, y la poca difusión, atentaron contra la buena asistencia del público. No obstante, se agradece este trabajo realizado por el Centro Promotor del Humor. Resulta indispensable no olvidar el pasado, saber de dónde venimos para al menos tener una idea de a dónde queremos ir. Damos gracias a La Seña del Humor de Matanzas, y otros muchos de aquella generación, por mostrarnos el camino.

Fotos Cortesía del autor