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«Martí en la Cultura Cubana, cuando lo universal no pasa de moda»

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Por Kenny Ortigas Guerrero

Como cada domingo, las Artes Escénicas en Camagüey realizó el espacio El Cumpleaños de Todos, actividad infantil que bajo la Dirección Artística y General de Jesús Vidal Rueda Infante goza de gran repercusión y positivo impacto dentro del quehacer de la cultura en la ciudad. Su edición más reciente estuvo dedicada al 171 aniversario del natalicio de nuestro apóstol José Martí.

Entre juegos, música cubana, poemas y adivinanzas -todos relacionados con la fecha en cuestión- algo me resultó muy curioso, y es que todos los niños, desde los más pequeños hasta los más grandes, conocen algo del más universal de los cubanos. Narrar un pasaje de La Edad de Oro, disfrazarse de Pilar, recitar Cultivo una Rosa Blanca o hacer mención de algún detalle de la vida y obra de Martí, constituyen parte no solo de la identidad sino de una profunda espiritualidad arraigada en valores de amor a la patria, la solidaridad, la honestidad, entre otros tantos elementos constitutivos de una tradición histórica de lucha que nos sustenta como nación.

Martí continúa siendo una forma de energía, un ser etéreo que nos sostiene a flote en la incertidumbre permitiendo seguir aferrados a los valores más puros y legítimos de la ética humana. Su legado conmueve, oxigena al cuerpo ante el agotamiento del de cursar cotidiano de la vida isleña y transgrede sus fronteras con sentido emancipador. Cual atalaya, en cada una de sus palabras, nos alerta de esos peligros que no sólo hoy amenazan la integridad de un sistema cuyo principio conceptual también fue uno de sus aportes «el culto a la dignidad plena del hombre» sino, de aquellas plagas que se tornan invisibles a primera vista pero que carcomen y laceran los cimientos de la conducta y actitud moral de hombres y mujeres dentro de su contexto social.

En Martí se sintetiza la aspiración más elevada del ser material e inmaterial, por una parte su capacidad intelectual y sensible para leer la realidad es una constante provocación a romper las leyes de la inercia y ejercer el poder transformador de un pensamiento sincero y empático para con los más humildes y desprotegidos, pero sobre todo con un sentido inexpugnable de la verdad y justicia sobre cualquier artilugio, blasfemia o falacia que vaya en contra de preceptos esenciales de la existencia de la especie humana y su vida en comunidad.

Ya lo dijo el maestro «culminan las montañas en pico y los pueblos en hombres». De ahí se desprende la acuciosa tarea del arte y la cultura de hacer aflorar, en ese público que desde edades tempranas es partícipe de los hechos creativos, una línea que transversalice la coherencia, la responsabilidad y el ser consecuentes con nuestros actos.

Por otro lado, su ser material es muestra fidedigna de cómo vivir intensamente con poco, con lo imprescindible, comprendiendo que «ayudar al que lo necesita no es sólo parte del deber, sino también de la felicidad «, he ahí la fuente más hermosa de placer y regocijo. Leer al caballero que escribió -quizás como ningún otro- con tanto amor y entereza para niños y adultos, es un ritual que nos libra de la herrumbre que corroe las relaciones de armonía, desarrollo, expansión y crecimiento del hombre con sus iguales y con la naturaleza «…que el trabajo sea alimento, y no modo enfermizo, y agitado de ganar fortuna…», apuntó.

Quienes hacen gala arrogante de sus frases intentando prefabricar una imagen pulcra y comprometida con determinada causa en la que no creen, solo por el hecho de ganar en adeptos camuflando sus tóxicas intenciones, y los que lo llevan perpetuado en el pecho como ejemplo certero del hablar y el hacer, lo usan como garantía por la contundencia y calado de su obra en el imaginario de ricos y pobres, de buenos y malvados.

Creo firmemente, que entre tantos otros contenidos que se desarrollan dentro de programas formativos en la enseñanza a diferentes niveles en el país, los vinculados al Héroe Nacional, siguen siendo extremadamente interesantes y enriquecedores pues siempre nos dan la oportunidad de encontrarle nuevos sentidos y perspectivas. Como también considero que aún no abordamos suficientemente en escena las historias de otros tantos héroes o hechos de la historia pasada y reciente, que ameritan ser contadas.

Reitero que fue un día especial en el Cumpleaños de Todos, pero no solo ahí, el día anterior en la Televisión Cubana se presentaba la obra Hierro, de Argos Teatro sobre importantes cuadros en la vida del apóstol y hoy en la mañana -también en la TV- Teatro de Las Estaciones nos regalaba en escena esa obra magistral que es Los Zapatitos de Rosa. Y es que Martí está en todas partes y hacia todas partes va, arte es entre las artes y en los montes, monte es.