El bailarín, coreógrafo y director artístico de la compañía Malpaso, Osnel Delgado, ultima detalles hoy con la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Grettel Morejón, sobre el estreno que compartirán el 7 de noviembre.
La invitación del 28 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso fue respondida por Malpaso con la programación de tres valiosas piezas; pues el conjunto interpretará Woman with water, del renombrado artista sueco Mats Ek, en la gala concebida para el 2 de noviembre, en el Teatro Martí. Al día siguiente, en el mismo lugar, mostrará una de las célebres piezas del coreógrafo israelí Ohad Naharin, Tabula Rasa, cuyo título proviene de una expresión en latín que indica el acto de desestimar los hechos pasados, similar a la expresión moderna común de “hacer borrón y cuenta nueva”.
Mientras, el 7 de noviembre, igual en el Martí, tendrá lugar el estreno mundial sobre música de Aldo López Gavilán, quien tocará el piano en vivo. Múltiples emociones se conjugan en Ara, pues la honestidad y sensibilidad que caracterizan a Delgado lo condujeron a plasmar su propia vivencia actual. Las coreografías relatan un poco la etapa que los autores atraviesan. «Soy papá hace dos años y mi nueva obra refleja cómo nos sentimos yo y mi pareja, una especie de co-creadora en este trabajo», confesó el artista a Prensa Latina.
Ara, nombre propio de la niña fruto de su relación con la bailarina Iliana Solís, expondrá pinceladas de los descubrimientos, las alegrías y los sacrificios, un cúmulo de emociones, que pudiera ser común al de muchos padres, según reconoce el danzante. Las piezas son un punto de partida, la gente luego establece conexiones en dependencia de cómo se sienta y lo que haya vivido, afirmó. Sobre la variedad de la propuesta en un mismo evento, destacó que se trata de una práctica común de su compañía pues apuntan a obras muy diferentes, de distintos creadores y estilos.
«A veces, vamos de un extremo al otro, por eso nuestros bailarines deben estar muy preparados, enfocados, porque esta riqueza nos permite cambiar de pieles y, aunque el lenguaje se diferencie, instamos a buscar siempre honestidad, quién uno es», observó. Por esta razón, a los intérpretes en Malpaso les insisten no solo en trabajar sobre la perfección técnica. «Me parece muy interesante aprender del día a día, en la práctica cotidiana, para ahondar en el ser humano, en su bondad y en sus lados más oscuros también, o sea, en reconocer cada aspecto y aprovecharlo», puntualizó.
El exbailarín de Danza Contemporánea de Cuba fundó Malpaso en 2013, junto a sus colegas Daile Carrazana y Fernando Sáez, con la intención de buscar un lenguaje artístico propio y lo ha conseguido, las críticas en Estados Unidos y países de Europa lo avalan.
La entidad de pequeño formato se nutre de egresados de las escuelas nacionales de danza y ballet, y ha colaborado con coreógrafos como los norteamericanos Ronald K. Brown, Sonya Tayeh, Ephrat Asherie y Trey McIntyre, así como la canadiense Aszure Barton y la española Susana Pous, entre varios.
Fuente: Prensa Latina
Foto: Tomada de la página oficial en Facebook de Malpaso Dance Company