Por Yoamaris Neptuno Domínguez
En estos días de ajetreo teatral son varias las opciones que puede disfrutar la familia cubana. Algunas nuevas, otras no tanto, todas se agradecen.
Este sábado 20 de enero tuvo lugar la peña mensual Cuentos para Federico. En el cine La Rampa desde la una de la tarde se celebró un nuevo aniversario de Animados ICAIC y el Día del Teatro Cubano. Numerosos invitados son parte de la cita que convocan a divertirse con animados cubanos, juegos y muchas sorpresas; todas con inclusión de lenguaje de señas.
A propósito de esto, me ha tocado estar más cerca del dramaturgo Maikel Chávez García, principal artífice de la acción; un espacio que está considerado como el resultado de muchas indagaciones, uniones y colaboraciones hasta ser un proyecto que se mueve por diferentes medios como el teatro, la radio, el cine, la literatura y la televisión.
Una llamada de Maikel consultándome sobre la presencia de Massiel Suárez Pérez en una de las entrevistas que anteceden a la peña me hizo reflexionar sobre la importancia del trabajo que realizan. Esta joven es la protagonista de la peña y del programa de televisión FedeTV, parte de un equipo que pretende ser un espacio para todos, que tiene como cimientos los deseos de unir a los públicos para soñar.
Lo importante de nuestro proyecto –me decía Maikel- es el poder contar con todo un equipo que trabaja desde distintas disciplinas a favor del súper objetivo principal: lograr un puente comunicativo con nuestros públicos o, mejor dicho, nuestras familias, así en plural.
La llamada de Maikel se convirtió en una entrevista telefónica donde ambos pudimos demostrar nuestras inquietudes, él por su incansable labor de niño travieso que sueña y sueña; yo, por mis ansias de conocer más sobre este universo que respeto y admiro tanto. Así le hice una pregunta y luego otra y otra más.
¿Qué pretensiones tiene este equipo?
Federico extiende su mirada también a las familias con alguna discapacidad auditiva, visual o intelectual, gracias a los vínculos con Animaseñas. Nuestro presupuesto fundamental es crear un puente comunicativo y romper barreras. Nos proponemos que las personas que vayan a nuestro espectáculo o a nuestro espacio, lo hagan sin temor a ser vistos como diferentes; sino que son parte de ese lugar. Nunca nos hemos preocupado por contar en una presentación cuántas personas con discapacidad auditiva hay o cuántos oyentes. Lo importante es eso: estar todos unidos y darnos cuenta que no deben existir barreras comunicativas cuando de afectos y de la vida misma se trata.
¿Qué es Cuentos para Federico?
Es el resultado de la investigación, de alianzas, por lo que me gustaría llamarlo “El universo de Federico Maldemar”. Este personaje surgió para el teatro en 2008 dentro de la obra Un mar para Tatillo, que fue el Premio Dora Alonso de la editorial Tablas-Alarcos en su primera edición.
Teatro Pálpito llevó a escena la obra y en aquel entonces Federico era el antagonista, pero, por la conexión con el público, su simpatía y la identificación de niñas y niños con este personaje es que me impone como dramaturgo irle cambiando su carácter y llevarlo más al universo cercano a los niños de aquí y ahora.
Federico no es más que eso, una apropiación de muchas energías de niños y niñas que van al teatro o escuchan la radio, que ven los muñequitos de la televisión o que simplemente acuden a su peña en el cine. Crear un personaje así que identifique el público es algo complejo y lleva años de insistir, indagar y sobre todo dejarse llevar y soñar.
Del teatro podemos hablar de obras como Un mar para Tatillo, pero también La ínsula prometida (Premio José Jacinto Milanés 2018) o Vida y milagro de Federico Maldemar, que ha recorrido la geografía de Cuba presentándose ante públicos diversos y ganando el cariño y la simpatía de ellos.
En la radio lo encontramos de lunes a viernes a las 5:00 pm por la emisora Radio Progreso y justamente surgió en medio de la pandemia cuando habían cerrado los Estudios de grabación, fue una suerte de aire fresco para las familias y hasta hoy se mantiene en la preferencia de muchos oyentes.
En el cine lo tenemos con su serie de Animados ICAIC que tiene tres capítulos en animación, con su Peña en el cine La Rampa. En la literatura, además de los libros de Ediciones Alarcos (Un mar para Tatillo y Ocho historias para un domingo) y de Ediciones Matanzas (La ínsula prometida), está el libro Federico y Pipo Pipo de Ediciones Cubanas. A mí me gustaría verlo como eso, un universo, un espacio en el que muchos amigos nos juntamos de vez en cuando con el único pretexto de soñar y ver la vida con más colores.
¿Qué riesgos se corren haciendo este tipo de trabajo?
La vida en sí misma es un riesgo. Se corren a diario todo tipo de riesgos. Con un proyecto donde pretendemos darles lugar a todos, se corren riesgos de a veces no ser entendidos nuestros presupuestos; pero siempre me han gustado los riesgos, salirme de mi zona de confort. Este proyecto me ha dado la posibilidad de adentrarme más en el universo de la psicología porque trabajo de la mano de Nilza González Peña, psicóloga y pedagoga. Creo que la cuestión (más allá de los riesgos) está en buscar alianzas.
Para mí como actor y dramaturgo ha significado un crecimiento, indefendiblemente veo el arte desde otra dimensión, despojado del ego o la soledad del escritor, pensando más en el poder enorme que tiene la comunicación. Me emociona mucho cuando en la calle no me dicen Maikel Chávez sino me dicen al reconocerme: ¡Mira a Federico! Y es tan bonito que el público acepte la convención…, Federico es un títere, pero lo ven asociado a mí. Es como si fuera la fuga de ese niño que llevo dentro que sale a compartir con esos tantos niños o niñas que todos llevamos dentro.
Insisto que no es un proyecto dedicado solo a los niños; sino a las familias. Lo más hermoso es aceptar la pluralidad, lo diferente que somos y cómo desde nuestras diferencias podemos unirnos en un espacio a reír, a escuchar cuentos, cantar o ver muñequitos.
¿Cuál consideras que puede ser su aporte en el contexto en el cual estamos?
El aporte del Universo de Federico Maldemar en nuestro contexto está en que provoca alegría y bienestar. Cada peña de Federico es un pretexto para que muchas familias se reúnan y sientan que ese es su espacio, es el hecho de que podamos abrir el diapasón de posibilidades a la hora de comunicarnos. La provocación desde la pantalla con FedeTV poniendo a la intérprete de Lengua de señas al mismo nivel de los actores, sacándola del habitual “cuadrito”, para que los oyentes se den cuenta que, si hasta ahora las personas sordas han hecho esfuerzos por insertarse en la sociedad, es hora de que los oyentes tomemos partido en el asunto y aprendamos a comunicarnos.
El mayor aporte lo veo ahí: en el poder construir puentes comunicativos, en poder alegrarnos de vernos, al llegar cada tarde a las casas por las ondas radiales y hacer soñar a la gente… en plantearnos día a día ir cambiando estrategias creativas y salirnos de nuestra zona de confort siempre pensando en nuestros públicos.
¿Por qué apostar por esto?
Apostar por esto es lo más cercano a apostar por un sueño. Siempre tendremos dos caminos: uno cansarnos, otro insistir. El primer camino es muy fácil y lo fácil nunca será degustado con el mismo placer de la segunda opción; donde te das cuenta que el arte tiene un poder curativo. He tenido experiencias extraordinarias… desde ver que un niño en Matanzas pide por su cumpleaños venir a La Habana a la peña de Federico en lugar de irse para Varadero.
Desde sorprenderme en pleno espectáculo viendo a una niña con un dibujo mío y de Federico…, de ver un coro de niños sordos interpretando con lengua de señas la canción de Federico y que una de ellas dijera que eso era muy importante para que los oyentes vieran que ellos también podían cantar: con sus manos… De tener en Santiago de Cuba una niña que pidió le construyeran en su cuarto la casita de Federico… o que una artesana me teja con sus manos a Federico. Tanta gente linda soñando, hace que todo tenga sentido y valga la pena insistir.
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Sinceramente por mí seguiría hablando con este villaclareño creador de historias que, indiscutiblemente, se ha ganado el cariño de los que le siguen. Esta conversación me ha provocado para ver el programa de televisión o escuchar la radio, acciones que se suman a las celebraciones de la Jornada Villanueva que sucede hasta el 28 de enero. No queda otra que asistir a la Peña. Pero tengo una última interrogante:
¿Qué es a tu juicio lo diferente?
No hay nada diferente, no lo puede haber. Simplemente es maravilloso que podamos abrir el diapasón de posibilidades. ¿Por qué no crear más espacios inclusivos? Pero inclusivos de verdad, pensando en que todos somos únicos e irrepetibles y que son nuestras diferencias las que nos hacen especiales sobre esta tierra. Espacios que promuevan la salvación del ser independiente y a la vez que promuevan el respeto hacia el otro, el amor y el cariño siempre serán un hermoso camino por dónde deberíamos transitar. Como bien dice Federico: «Los sueños son tan frágiles que el aleteo de un zunzún podría quebrarlos, pero la fuerza y la magia del soñador siempre podrá salvarlos». Soy de los que afirma que la vida hay que vivirla de manera circular, hacia muchas direcciones y que manteniendo siempre la alegría infantil llegarán día a día nuevas oportunidades.
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Las gracias a Maikel por hacer de esta llamada toda una clase de humildad y perseverancia a favor de una manera de hacer teatro verdaderamente inclusivo capaz de llegar a los públicos más diversos.