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Las Estaciones: Blindar el retablo para seguir viviendo

En el principio de la pandemia, Zenén y Rubén, los líderes de Teatro Las Estaciones de Matanzas, comenzaron solos probando de forma muy rudimentaria cómo hacerse visibles en las redes.
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Por Mercedes Borges Bartutis

La Galería Raúl Oliva presentó este miércoles 24 de agosto, la conferencia ilustrada «Títeres virtuales en tiempos de pandemia o de cómo la resistencia blindó nuestro retablo», ofrecida por los Premios Nacionales de Teatro, Rubén Darío Salazar y Zenén Calero. La acción se realizó como parte del ciclo Conferencias de Verano que ya se ha hecho habitual en los meses estivales, organizado por la institución que dirige la diseñadora Nieves Laferté.

La exposición de estos testimonios tuvo lugar en el Café Brech y atravesó el recorrido de Teatro de Las Estaciones durante los años más difíciles de pandemia. Rubén Darío expuso los detalles de cómo el grupo se reinventó, a partir de ese momento difícil en que la sala Pepe Camejo pasó de ser un lugar lleno de público en cada una de sus presentaciones a un espacio vacío y silencioso. Rubén comentó que para los teatristas que han tenido su sala llena de espectadores fue una experiencia bien difícil pasar a apagarlo todo, cerrar las puertas y sentarse a esperar sin saber cuándo volverían a la sala de teatro, un espacio que se ha convertido en su casa.

En el principio de la pandemia, Zenén y Rubén, los líderes de Teatro Las Estaciones de Matanzas, comenzaron solos probando de forma muy rudimentaria cómo hacerse visibles en las redes. Rochy Ameneiro, una artista que ha sido estrecha colaboradora de Las Estaciones, les sugirió que hicieran algo desde la casa con el teléfono. Así surgió la serie Un minuto con Pelusín del Monte transmitida por Facebook y que luego se llamó Los minutos de Pelusín del Monte, porque el público les pidió más. El programa Mediodía en TV de la Televisión Cubana, les solicitó la serie para colocarla en su espacio.

Rubén Darío Salazar confesó en su intervención del Café Brecht:

Fue bueno poder volver a vivir de manera virtual con un títere tan cubano como Pelusín del Monte. Pelusín era la alegría, la esperanza, el optimismo; Pelusín era la razón de ser. Y Cuba estaba en ese muñeco tan requete cubano por los cuatro costados: por Dora, por Carucha que le hizo la guayabera primera, por Pepe Camejo que era el diseñador del muñeco, por Pepe Carril que muchas veces se lo calzó en la mano para trabajar.

A la iniciativa de activarse virtualmente como grupo, se sumaron los entusiastas de siempre María Laura Germán e Iván García, además de los actores y actrices jóvenes de Las Estaciones. La Televisión Cubana los convocó para hacer algo más serio y el equipo fue creciendo con realizadores de Matanzas, como Yudarys Berland, directora de programa en TV Yumurí. En un set improvisado, armado por Zenén Calero en la oficina de Rubén Darío, se creó la hermosa serie de Los títeres del mundo, basada en el libro del mismo nombre escrito en verso por Rubén Darío y María Laura para niños muy pequeños. Se realizaron siete capítulos y la producción se hizo casi toda con los muñecos que estaban en el almacén de Las Estaciones.

Luego le siguieron otras experiencias como Adivina Adivinador, serie de 16 capítulos que se filmó en dos semanas en Matanzas para la Televisión Cubana, con música de Rochy Ameneiro y Rodrigo García; también concibieron la versión para un teleteatro de Todo está cantando en la vida, espectáculo que fue un hermoso homenaje a Teresita Fernández estrenado en 2019. Guiados por Josué García, líder de La Rueda Producciones, el teleteatro Todo está cantando en la vida puso a Las Estaciones por primera vez en sus 25 años de fundado, frente a un género tan particular como este y les permitió vivir otra realidad, “blindando su retablo para seguir sobreviviendo en pandemia”.

Foto de familia del peculiar equipo de Títeres del mundo. Tomada de la página de facebook de Teatro de Las Estaciones.

Diversas experiencias continuaron ampliando el currículo de Teatro de Las Estaciones en estos tiempos enrarecidos, en que nos sumió el confinamiento por la pandemia que produjo el Covid-19. Tal vez, la experiencia más contundente haya sido el programa Corazón feliz que todavía mantiene su espacio en la Televisión Cubana y que le ha permitido a Rubén y Zenén, junto a todo su equipo de colaboradores, generar un punto de encuentro entre artistas tanto de Cuba como de América Latina.

En el tremendo aprendizaje que significó reinventarse como grupo en tiempos de pandemia para Teatro de Las Estaciones, ninguna de las personas que participaron en estas experiencias se contagió con el Covid-19 durante los encuentros, porque como equipo fueron muy cuidadosos con respetar las medidas de higiene que estaban estipuladas en los protocolos de salud.

La presencia del grupo en las diferentes plataformas y eventos virtuales realizados en diversas geografías fue la confirmación de que la apuesta por continuar siendo visibles desde lo digital había sido la mejor elección.

Al final de la conferencia Eduardo Arrocha obserquió a los líderes de Teatro de Las Estaciones. Foto Cubaescena.

Durante el encuentro del Café Brecht, Nives Laferté regaló a Zenén Calero y Rubén Darío Salazar dos ejemplares del libro Palabra de diseñador, del Premio Nacional de Diseño, Teatro y Danza, Eduardo Arrocha, quien se encontraba en el público. Al final de la conferencia, el propio Arrocha regaló una de sus obras a los artistas, suerte de “reconocimiento” por su empeño y permanencia en el teatro.

Rubén Darío Salazar se ha comprometido a escribir para Cubaescena, el testimonio de lo que tan hermosamente narró este miércoles en el Café Brecht. Son las experiencias de nuestros artistas escénicos que en tiempos de pandemia cerraron sus salas, pero abrieron otras puertas para seguir mostrando lo que hace Cuba desde el teatro.

Foto de portada: Sonia Almaguer

Capítulo de la serie Los minutos de Pelusín del Monte:
https://www.facebook.com/1093227400/videos/pcb.10224688700780256/10224688684059838