“Las campanas de la danza doblan por Viengsay”

image_pdfimage_print

Por Yoamaris Neptuno Domínguez

La ceremonia de entrega oficial del Premio Nacional de Danza 2025 a Viengsay Valdés, Primera Bailarina y directora del Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección artística de Rolando Almirante, se celebró este 28 de octubre, en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes —en el edificio dedicado a la Colección de Arte Cubano—, espacio que se convirtió en escenario de gratitud y consagración.

En el recibimiento, la antesala del teatro ofrecía una atmósfera íntima y reverente. La muestra de trajes que Viengsay ha vestido en sus múltiples vidas escénicas, colgaban como memorias suspendidas, testigos silentes de una carrera que ha tocado lo sublime; acompañados de la visualización de  fragmentos de sus interpretaciones que aparecían como destellos: un giro, una mirada, un salto que parecía detener el tiempo.

La ceremonia fue un tejido de emociones, con la participación del Maestro Frank Fernández; la soprano Cristina Rodríguez; el Cuarteto Caturla; y Wendy Oram.

Las palabras de elogio del escritor Miguel Barnet ofrecieron un texto que fue a la vez tributo y revelación. “Las campanas doblarían por ella”, se escuchó con acento firme, y esa frase se convirtió en el hilo poético que tejió su homenaje.

Barnet celebró no solo la carrera artística sin precedentes de Viengsay, sino también su temple, su humildad y su capacidad de liderazgo al frente del Ballet Nacional de Cuba. La describió como “metáfora de lo divino alcanzable”, una artista que escapa a toda definición y que ha convertido su talento en símbolo de lo imposible hecho realidad.

“Viengsay no es solo producto de una escuela icónica; es también una fuerza singular, una sustancia ígnea que ha iluminado los escenarios más prestigiosos del mundo”, afirmó.

Desde su Muerte del cisne hasta su excelsa Bella Durmiente, su arte ha sido consagrado por públicos diversos y exigentes, que hoy la celebran como ícono de la danza en América Latina. En el corazón de su pueblo, en la memoria de su maestra, y en las palabras de Miguel Barnet, Viengsay Valdés se instala como una de las artistas más importantes de la danza cubana.

Viengsay recibió reconocimientos del Ministerio de Cultura, la UNEAC, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Teatro Nacional.

Tras la entrega oficial del premio, el teatro se sumió en un silencio para recibir el audiovisual Herencia y vuelo que cerró la ceremonia. Imágenes, testimonios y fragmentos escénicos se entrelazaron para contar la historia de una mujer que ha hecho de la danza un acto de amor, una forma de resistencia y una celebración de lo cubano.

Las campanas han doblado por ti, Viengsay. Y su eco, como dijo Barnet, vibrará eterno en la memoria de quienes creen que el arte puede tocar lo imposible.

Fotos © Ramsés Valdés Hatman (Tribuna de La Habana)