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La confluencia, esa fortaleza de La Pupila Archivada

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Por Yelaine Martínez Herrera

Jóvenes artistas de diferentes provincias han confluido por estos días en la XV edición de la jornada de performance e intervenciones públicas La Pupila Archivada, evento auspiciado por la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), en Las Tunas, que celebra su 15 aniversario.

Entre los participantes figura el santiaguero Yanoski Suárez Rodríguez, coreógrafo y director de la compañía Ad Livintum. Él y Alejandro Mineto en diciembre pasado impartieron aquí el taller de artes escénicas Teorías y prácticas para un análisis, dirigido fundamentalmente a estudiantes de la escuela profesional de arte El Cucalambé. Ahora el primero regresa, en el contexto del evento, con una continuación de estos talleres, fortaleciendo el aprendizaje en torno al teatro y a  la danza.

En diálogo con el periódico 26, el creador expresó:

Estoy agradecido de que me inviten a Las Tunas. En los talleres como tal tratamos muchos temas, entre los que figuran las puestas en escena y el dominio de la técnica. Los desarrollamos por períodos. Ahora trabajamos la interacción con el espacio durante el evento. Además, en esta oportunidad comparto los performances Cubo y Anónima.

El parque Vicente García, por ejemplo, ha acogido su arte, despertando la curiosidad de los transeúntes y conminando a la reflexión sobre asuntos de la cotidianidad. Todo ello sin perder la naturalidad en el proceso.

«El país necesita muchos eventos así. Sin embargo, es muy importante que apoyen el resto de las instituciones afines, que se ponga el presupuesto donde realmente se necesita. Estos encuentros propician la confluencia de artistas de diferentes lugares. Me parece significativo que Las Tunas siga defendiendo su Pupila… Al final, el arte es lo que salva a un pueblo», agregó Yanoski.

Yanoski Suárez Rodríguez, Ad Livintum.

Por su parte, Liusmila Díaz, otrora miembro de Total Teatro, se insertó en el programa con el performance Mi niño de tres años, de su autoría, que gira en torno a «cómo a veces la sociedad, sin saber por las situaciones que pasa una persona, es capaz de juzgarla. Y cómo ese ‘sentirse juzgado’ puede destruir al ser humano».

La pieza –en general- deviene un llamado a la solidaridad en contra de prejuicios y críticas. «Trata de una madre que pierde a su bebé y cómo es juzgada porque no se derrumba, pues tiene dos hijos más que criar… Ella sigue adelante, pero –de tanto que es juzgada- intenta suicidarse», explicó Liusmila.

Aunque esta actriz integra actualmente los colectivos Teatro del Viento y Espacio interior, de Camagüey, no puede desprenderse totalmente del Balcón de Oriente. «Aquí crecí profesionalmente, partiendo del municipio de Manatí, donde inicié como instructora de Teatro. Las Tunas me abrió sus puertas y estaré agradecida eternamente», apuntó.

Liusmila –además- formó parte muchos años del Comité Organizador de La Pupila Archivada, incluso, fue su presidenta en la etapa en que se desempeñó como jefa de sección de Artes Escénicas de la filial tunera de la AHS. «Este es un evento muy importante para la ciudad. Siempre he admirado cómo atrae público. Es hermoso llevar el arte a las calles y que las personas participen. Así esas personas (que no siempre son las que van a nuestras presentaciones en un teatro) conocen que hay un movimiento artístico en la provincia y cabe la posibilidad que vayan un día al teatro, a una galería, a un concierto…», destacó.

En portada: Liusmila Díaz, otrora miembro de Total Teatro. Fotos ReyLópez y la autora.