Antes de viajar a Brasil, Caballero se reencontrará con espectadores habaneros en un ensayo general abierto de Kid Chocolate, el próximo domingo 19 de octubre, a las 7:00 pm, en la Sala Adolfo Llauradó; el lunes 20 de octubre, presentará el audiovisual Voces de 1912, en el Aula Magna de la Universidad de las Artes
Por Yoamaris Neptuno Domínguez
El actor cubano Jorge Enrique Caballero, actualmente en la extensión de su contrato en un musical en Madrid, España, aprovecha el receso entre temporadas para regresar a Cuba y preparar su participación en la cuarta edición del Dona Ruth Festival de Teatro Negro, que se celebrará del 17 al 26 de octubre en São Paulo, Brasil.
Este reconocido encuentro, que por primera vez adquiere carácter internacional, rinde homenaje a la actriz afrobrasileña Ruth de Souza (1921–2019), figura ética, artística e intelectual del teatro y la cultura brasileña. Fundado por Ellen de Paula y Gabriel Cândido, el festival se concibe como un espacio de celebración, reflexión y acción política, reuniendo artistas, colectivos y obras que afirman las artes negras-diaspóricas como fuerza transformadora y vehículo de ciudadanía.
En esta edición, el festival abre sus fronteras para recibir propuestas internacionales, entre ellas el grupo Ritual Cubano Teatro, que presentará la obra Kid Chocolate, protagonizada por Caballero.
También participarán agrupaciones de Colombia, Minas Gerais, Bahía y otras regiones de Brasil, en una programación diversa que incluye espectáculos, Giras de Conversa, Quilombos Artísticos-Pedagógicos, además de conciertos, lanzamientos editoriales y conferencias.
Kid Chocolate
Inspirada en la vida del legendario boxeador cubano Eligio Sardiñas Montalvo, la obra revive la figura de Kid Chocolate desde una perspectiva ritual y escénica. Bajo la dirección e interpretación de Caballero, la pieza fusiona teatro físico, música y espiritualidad afrocubana. Más que una biografía, es un viaje sensorial que celebra la identidad, la memoria y el legado cultural de Cuba.
Como parte del programa del Festival, Caballero también impartirá un taller de actuación para bailarines, reafirmando su compromiso con la formación artística y el intercambio cultural. Para él, esta experiencia representa una oportunidad para tender “puentes” entre creadores, instituciones y comunidades, visibilizando el trabajo escénico cubano en el contexto latinoamericano.
Reencuentro con la audiencia cubana
Antes de viajar a Brasil, Caballero se reencontrará con los espectadores habaneros en un ensayo general abierto de Kid Chocolate, el próximo domingo 19 de octubre, a las 7:00 pm, en la Sala Adolfo Llauradó. Esta presentación servirá como espacio de retroalimentación para realizar ajustes técnicos y recibir sugerencias que enriquezcan el montaje.
Además, el lunes 20 de octubre, presentará el audiovisual Voces de 1912, en el Aula Magna de la Universidad de las Artes, como parte del programa de extensión universitaria.
Voces de 1912
Esta propuesta unipersonal se adentra en uno de los episodios más silenciados de la historia cubana: la Masacre de los Independientes de Color. A través del personaje de Francisco, la obra evoca los ecos de 1912 en un montaje cargado de simbolismo, ritual y denuncia. Voces de 1912 no solo rescata una memoria olvidada, sino que interpela al presente con una mirada crítica sobre la exclusión racial y la necesidad de construir una Cuba más justa e inclusiva.
Un viaje escénico que une culturas
La participación de Jorge Enrique Caballero en el Dona Ruth Festival de Teatro Negro no representa únicamente un logro artístico individual; es también un gesto colectivo de representación cultural. Desde los escenarios madrileños hasta las salas cubanas y brasileñas, su trabajo encarna el poder del teatro como espacio de memoria, resistencia y diálogo.
Con Kid Chocolate y Voces de 1912, Caballero no solo interpreta, también convoca a mirar hacia nuestras raíces, a escuchar las voces silenciadas y a celebrar la riqueza de lo afrocubano en el contexto latinoamericano. Su presencia en el festival es, como él afirma, una forma de tender puentes —y esos puentes hoy conectan a Cuba con el mundo.
Foto cortesía de la autora