Estamos sin duda ante una de las mejores compañías del mundo, no en vano celebra en esta gira española el 75 aniversario de su nacimiento
Por Mercedes Borges Bartutis
Solo buenas noticias sobre la gira del Ballet Nacional de Cuba (BNC) resuenan desde España. Y qué bien…, qué falta le hacía a la compañía que dirige la primera bailarina Viengsay Valdés, un empujón de éxitos internacionales como este. Las presentaciones en Costa Rica, hace un par de semanas, sirvieron para calentar motores con el fin de realizar un proyecto mayor que ya comenzó a materializarse: la gira por 14 ciudades españolas.
Las presentaciones del Ballet Nacional de Cuba comenzaron el 29 de abril, Día Internacional de la Danza, en la Factoría Cultural de Terrassa, Barcelona, escenario que históricamente ha recibido a la compañía y donde sienten un respeto profundo por Alicia Alonso, quien estuvo en varias ocasiones en aquella ciudad catalana.
En Terrassa, se encontraron con muchos amigos, entre ellos Anael Martín y Rodolfo Castellanos, antiguos integrantes del Ballet Nacional de Cuba. Fue un encuentro emotivo que dice de la fidelidad y el amor que sienten muchos ex bailarines cubanos por sus antiguas compañías.
En artículo publicado por el Cayalunya Press, el periodista Pablo-Ignacio de Dalmases, reseñó:
Quisiéramos destacar tres aspectos de esta actuación del Ballet Nacional de Cuba. El primero, la extraordinaria calidad interpretativa del conjunto habanero, cuya estricta preparación clásica ha sido hábilmente utilizada en la ejecución de unas coreografías que, con pleno respeto a los pasos de la danza clásica, tienen en su ejecución un desarrollo francamente novedoso. El segundo, la notoria juventud de buena parte de los componentes del elenco, un dato que revela un temprano y disciplinado entrenamiento. Y el tercero, que esta formación va progresivamente apostando por la feliz incorporación de las diferentes etnias del país, algo que antaño parecía punto menos que tabú, y que se integran, como no podía ser de otra manera, con absoluta naturalidad, sin que sea necesario reservar para ellas roles necesariamente arquetípicos.
En pequeños videos publicados en las redes sociales por los integrantes del Ballet Nacional de Cuba, se aprecia cómo en la FACT de Terrassa, el público de pie hacía que los bailarines volvieran una y otra vez a proscenio a saludar, ante los prolongados aplausos de la primera actuación que terminó con Séptima Sinfonía del alemán Uwe Scholz, coreografía que pone a toda la compañía sobre el escenario.
La segunda función tuvo lugar en el Gran Teatro de Huelva, y allí la cerraron la función con el famoso Majísimo de Jorge García, que bien bailado siempre hace que los espectadores se pongan de pie.
La tercera parada fue en el Cartuja Center de Sevilla, coliseo al que asistió la gran bailaora flamenca Cristina Hoyos, artista que tiene una relación histórica con el Ballet Nacional de Cuba y quien ha estado en nuestro país en varias oportunidades con su compañía o en visitas en solitario. Su presencia en la función fue una prueba grande de esa amistad que la unió a Alicia Alonso por décadas.
La crítica Marta Carrasco escribió en el periódico ABC de Sevilla:
Estamos sin duda ante una de las mejores compañías del mundo, no en vano celebra en esta gira española el 75 aniversario de su nacimiento, longevidad que tienen pocas compañías nacidas en el siglo XX.
En entrevista ofrecida por Viengsay Valdés a la propia Marta Carrasco, la directora del Ballet Nacional de Cuba expresó respecto a los cambios que se ha propuesto realizar en la compañía:
Siempre tuve claro que quería incorporar obras de coreógrafos internacionales de primerísimo nivel además de seguir interpretando las obras clásicas. Pero era necesaria que esta vuelta a la escena significara la incorporación de un repertorio neoclásico. Esta decisión ha aportado a los bailarines una mayor fuerza y pasión en la escena al enfrentarse a nuevos retos.
Definitivamente, Séptima Sinfonía de Uwe Scholz ha mostrado sobre el escenario la potencialidad de un cuerpo de baile integrado por jóvenes, que ha respondido con mucho profesionalismo. Sobre la importancia de mostrar a la mayoría de los integrantes del BNC en escena, Viengsay Valdés afirmó:
Nosotros no sólo queremos potenciar las primeras figuras, sino sobre todo el cuerpo de baile, que es seña de identidad de esta compañía, por su homogeneidad, su precisión. Yo creo que, si el cuerpo de baile destaca en el clásico, también lo debía hacer en un neoclásico.
Viengsay comentó al periódico ABC de Sevilla que este año la compañía se propone recuperar Bodas de sangre, pieza que realizara el gran Antonio Gades con el BNC y que cumple 40 años en 2023.
Para materializar el proyecto llegarán a Cuba, en junio próximo, al Festival La Huella de España, dos maestros y dos bailarines de la Fundación Antonio Gades, también su presidenta Eugenia Eiriz y María Esteve, hija de Gades. Viengsay Valdés asumirá el papel de la novia, mientras que el novio lo interpretará un bailarín de la Fundación.
El Ballet Nacional de Cuba se encuentra en Granada, cuarta parada de su gira española, para realizar una función, esta noche, en el Palacio de Congresos y Exposiciones. En cada encuentro, la formación cubana de ballet va dejando una estela de buenas impresiones. Todo cuenta en esta ruta de recuperación de una compañía que hoy es patrimonio cultural de la nación, y que camina firme hacia las celebraciones por su aniversario 75, en octubre próximo.
En portada: Anette Delgado y Dani Hernández, primeros bailarines en Séptima Sinfonía. Foto Rolando Pujol.