Por Mercedes Borges Bartutis / Fotos Buby
Siempre he pensado que el ballet y la pelota tienen una repercusión similar en Cuba. Si el estadio Latinoamericano se llena cuando juega Industriales o el equipo Cuba, así mismo se desborda la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, con las temporadas del Ballet Nacional de Cuba o cuando se presentan allí bailarines de renombre internacional, que bien pueden hacerlo durante el Festival de Ballet de La Habana, o en alguna función especial como la que tuvo lugar el pasado sábado 20 de agosto, con la gala Ballet Royalty que hicieron posible doce primeras figuras de compañías de mucho prestigio en el mundo, organizada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) y la empresa estadounidense Improvedance.
En Cuba se opina de ballet con tanta pasión y conocimiento, como cuando se habla de pelota. El público de la Isla conoce mucho y ha quedado como una tradición, porque el ballet se hizo masivo y la gente tuvo acceso a las funciones por precios irrisorios. Pero también el Ballet Nacional de Cuba, con el estímulo de su directora Alicia Alonso y su historiador Miguel Cabrera a la cabeza, realizó una tremenda campaña de promoción que abarcó desde escuelas en el campo hasta unidades militares. Y como al cubano le gusta opinar de todo y el ballet es una de sus grandes pasiones, siempre habrá polémicas que lo mantengan “en el ojo del huracán”; por lo que venir a bailar a Cuba es como ir a bailar a casa del trompo, no solo por la gran cantidad de intérpretes fabulosos que ha dado el ballet cubano a través de su historia, sino porque siempre hay un público cautivo con los “dientes afilados”, dispuesto a colocar las proezas o los fracasos en su justo lugar.
Esa fue uno de las principales tentaciones que trajo a La Habana a estos espectaculares bailarines: el público cubano de ballet. Con la presencia de Alicia Alonso, legendaria figura de la danza internacional, y Gisela González, presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, la sala García Lorca recibió a un público siempre ávido de ver y conocer ballet. Con el aforo repleto y una pantalla en el exterior, para saciar la sed de los que no pudieron entrar, estas doce estrellas del ballet internacional trajeron un repertorio con títulos emblemáticos para hacer delirar a los espectadores.
La prensa reseñó el acontecimiento y en las principales ediciones de comienzo de semana, se ha sentido el efecto que causaron las interpretaciones de los famosos en la capital cubana.
Bajo el título de “¡Espectacular!”, el periodista Yuris Nórido, del semanario Trabajadores escribió:
“Había intérpretes de medio mundo, pero los rusos marcaron su diferencia. Daniil Simkin, primer bailarín del American Ballet Theater, no escatimó saltos ni giros de pirotécnico virtuosismo. En Les Bourgeois, de Ben Van Cauwenbergh, recreó a un borracho de pasmosa temeridad; y en el pas de deux de Don Quijote fue un Basilio extrovertido y ligerísimo. Su compatriota María Kochetkova (San Francisco Ballet) no desmereció: ejemplares la limpieza de la ejecución, el compromiso con el espíritu de la pieza, el énfasis alto…
“La cubana Adiarys Almeida quiso regresar por todo lo alto al Gran Teatro de La Habana (fue integrante hace algún tiempo del Ballet Nacional de Cuba). Sus fouettés en El Corsario, combinados con rapidísimas piruetas, exaltaron al respetable. El estadounidense Joseph Michael Gatti también cosechó aplausos en esa coreografía.” Leer más en: (http://www.trabajadores.cu/20160821/espectacular/)
Por su parte, en el diario Granma, el crítico Toni Piñera reseña la función con el título “Constelación de estrellas en el GTH Alicia Alonso”, y expresa en uno de sus párrafos:
“En más de dos horas, en un espectáculo ágil y variado, matizado por los diferentes estilos clásicos, escuelas, maneras de abordar la danza y las coreografías, los danzantes entregaron su energía/talento en cada pieza, y fueron ovacionados por un público, coronado por la maestra Alicia Alonso. Ella, junto con otras estrellas del Ballet Nacional de Cuba, en sus distintas generaciones, constataron en la Gala, a partir de declaraciones de cada artista, filmadas y mostradas en una pantalla en el proscenio antes de cada obra, la importancia que ellos, personalidades de renombre en el siglo XXI, conceden a la escuela cubana de ballet, a sus bailarines, profesores, al público nuestro, y, por supuesto, a la gran bailarina que junto al grupo fundacional encabezado por Fernando y Alberto Alonso, sembraron esa semilla que nos enorgullece de ser cubanos. Todos lo sentimos en esos instantes.”
Leer más en: http://www.granma.cu/cultura/2016-08-21/constelacion-de-estrellas-en-el-gth-alicia-alonso-21-08-2016-21-08-48
El acontecimiento fue transmitido en vivo, on line, y en las próximas semanas lo hará también el programa Bravo de la Televisión Cubana. El bailarín cubano Rodrigo Almarales, máximo promotor de la idea, ha dejado una profunda huella en sus compatriotas, que de seguro esperarán otra acción como esta para degustar del exquisito baile de puntas proporcionado por estas grandes figuras del ballet mundial.