Por José Omar Arteaga Echevarría
En un baño clausurado de la casa azul donde pasó sus últimos días Frida Kahlo se han encontrado algunas de sus pertenencias. Fotos, cartas, bocetos, la prótesis de su pierna, un corsé con la hoz y el martillo pintados por la artista. También la muerte se halla en la habitación, junto a Frida, prisioneras ambas del tiempo.
Llega desde la geografía más occidental de la isla Teatro de La Utopía a la XX edición del Festival Internacional de Teatro de La Habana con la puesta en escena FK. Fantasía sobre Frida Kahlo, idea que comenzó a gestarse en plena contingencia sanitaria. Reinaldo León y Yuliet Montes fueron construyendo a la par el texto dramático y los elementos de utilería/ vestuario. Su casa se convirtió en sala de teatro y taller donde emprendieron la re(creación)lectura en torno al fenómeno Frida.
Frida Kahlo, tras su muerte convertida en símbolo pop y feminista, que no pocas veces se ha mostrado desde las ficciones artísticas, vuelve a pasar por el tamiz escénico desde su compleja relación con Rivera. En FK, más que víctimas o culpables, se establece un discurso crítico de la sociedad y sus valores patriarcales. Descubre también la doble moral de los discursos y militancias partidistas poniendo en tela de juicio a Rivera que, aún con sus ideas de progreso, igualdad y altruismo, coqueteó con los poderes políticos y engulló a otros artistas igual de importantes que también militaban en las izquierdas como Alfaro Siqueiros y Orozco.
Sobre la escena un despliegue del imaginario mexicano. Los colores de la bandera, el altar del día de muertos, el tequila y otros objetos que se disponen como parte de una escenografía mutable en función de la progresión dramática. Un elemento sustancial en esta Frida-muerte es su permanencia en la silla de ruedas, el símbolo no solo de su imposibilidad física, sino también emocional.
La puesta suma como aditamento las proyecciones audiovisuales que contrastan con el onirismo visual de la escena al presentarnos una suerte de falso documental donde se proyectan imágenes, pinturas de Frida y otros testimonios que refuerzan el discurso escénico.
Hay en FK una dualidad, entre la pintora y la muerte, son la misma las dos. Se nos muestra una Frida que sufrió sus penas pero que también vivió intensamente y transgredió los valores tradicionales asignados a las mujeres. Pasajes de su vida, los cruces con figuras importantes como Chavela Vargas, Tina Modotti, Trotski, Bretón. Los viajes a París y a Estados Unidos, el reconocimiento como artista, más allá de ser la mujer de Diego Rivera, el contacto con la fama, y por sobre todo esa relación enfermiza de la que nunca pudo desprenderse.
Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón, Frida logró de alguna manera liberarse, a pesar de que, sobre ella, como de otras tantas mujeres, recae el discurso fatalista. Hechos desafortunados marcaron su vida, pero más allá del dolor físico y emocional que expió de la manera más sublime, celebró la vida.
“El arte de Frida Kahlo es una cinta de seda alrededor de una bomba.” André Bretón (París 1939)
Foto de portada cortesía del autor